sábanas

Estas son las sábanas que debes elegir para el verano ¡adiós a las noches de calor!

Nuria Serena

Pensarás que contra el calor poco podemos hacer en pleno mes de agosto, pero nunca has estado más equivocad@.
Para poder tener un feliz «sueño de una noche de verano» como dijo en su día William Shakespeare el secreto está en las sábanas con las que decidas caer rendid@ en los brazos de Morfeo.

Las sábanas más frescas para noches de calor insoportable son las de algodón.

En www.cadenadial.com vamos a enseñarte cuales son los mejores tejidos para que tu descanso sea placentero y esquives las altas temperaturas durante este verano.

Toma buena nota ¡dulces y frescos sueños!

Canícula instalada. No puedes con tu alma… tiemblas solo de pensar la noche que te espera. ¡Otra más sin pegar ojo! lo que darías por dormir y tener la sensación de sentir sobre tu cuerpo el frescor de unas sábanas ligeras.

El secreto está en elegir unas sábanas de algodón. Y ¿sabes por qué? Porque el algodón tiene la capacidad de regular la temperatura corporal; es decir, unas sábanas de algodón son frescas en tiempos calurosos y cálidas durante el invierno. Al ser livianas evitan que transpires de más por las noches. Además absorben la humedad corporal sin que la sábana se pegue a tu cuerpo.

Si nos ponemos muy finos, el algodón egipcio es lo más de lo más. Tiene una calidad superior porque sus fibras extra largas permiten un hilado fino que aporta suavidad, resistencia y ligereza a la tela.

Las sábanas de algodón son caras, pero amortizas el precio en la primera noche.

Si quieres ahorrarte unos eurillos, puedes optar por unas sábanas de lino que también serán inmunes ante el calor y absorberán la humedad del ambiente.

Las sábanas, siempre claras, mejor blancas

No solo porque combinan con todo, que también sino porque son más frescas ya que atraen menos al calor. A eso añade la armonía, limpieza y equilibro que aportan.

Si quieres dar un toque de color a tu habitación opta por un beige o un gris claro.

Para mantener tu habitación siempre fresca, recuerda bajar la persiana durante las horas más duras de sol y abrir las ventanas cuando ya haya caído para que entre aire fresco a la estancia.

La mejor temperatura para dormir está entre los 18 y 22 grados centígrados. Las variaciones de temperatura influyen en la producción de melatonina, que es la hormona encargada de que concilies el sueño.

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