Un problema que, según los expertos, puede ser que «la mayoría lo tenga toda la vida» ya que son consecuencia en su mayor parte de malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
Cerca del 40% por ciento de los niños españoles de entre 3 y 8 años tienen obesidad o sobrepeso. Además, la obesidad abdominal afecta a tres de cada diez menores, especialmente a los varones, según los últimos datos del ‘Estudio Nutricional de la Población Española’ (ENPE) publicado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
⚡️ En España, uno de cada cuatro niños consume bebidas energéticas.
Un consumo excesivo está relacionado con alteraciones del sueño y problemas graves para la salud.El ministro @agarzon durante la presentación del informe sobre los riesgos del consumo de bebidas energéticas. pic.twitter.com/yy4X3IWyCJ
— Ministerio de Consumo (@consumogob) May 31, 2021
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España (14,2 por ciento) es de las más altas de Europa, solo por detrás de la que registra Grecia (18) y la de Italia (15,2 por ciento).
Las consecuencias de este sobrepeso están más que demostradas:
-Mayor riesgo de padecer una diabetes tipo 2
-Mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular
-Mayor riesgo de sufrir una enfermedad crónica
-Mayor riesgo de padecer diversos tipos de cáncer en la edad adulta
Reforzar las estrategias preventivas, abrazar la dieta mediterránea e incorporar la actividad física a nuestro día a día son las claves para combatir este mal endémico de nuestro país.
Nuestros hijos y, también nosotros, consumimos cada vez menos cantidad de verdura, fruta, legumbres. Nos hemos abandonado a los procesados, dulces, carnes, bollería... por no decir que el dominio de lo digital en nuestras vidas nos ha apoltronado en la silla o el sofá,
Al final, son hábitos que vamos cronificando y que se perpetuarán en la edad adulta.
Si queremos evitarlo aún estamos a tiempo de reconducir la situación.
Estos son los pasos a seguir:
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