España sufre una epidemia de obesidad infantil: 4 de cada 10 niños tiene obesidad o sobrepeso

Nuria Serena

La pasada semana, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, puso encima de la mesa un dato alarmante: el 40% de los niños y adolescentes españoles es obeso o tiene sobrepeso.

Un problema que, según los expertos, puede ser que «la mayoría lo tenga toda la vida» ya que son consecuencia en su mayor parte de malos hábitos alimenticios y sedentarismo.

Cerca del 40% por ciento de los niños españoles de entre 3 y 8 años tienen obesidad o sobrepeso. Además, la obesidad abdominal afecta a tres de cada diez menores, especialmente a los varones, según los últimos datos del ‘Estudio Nutricional de la Población Española’ (ENPE) publicado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

 

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España (14,2 por ciento) es de las más altas de Europa, solo por detrás de la que registra Grecia (18) y la de Italia (15,2 por ciento).

Las consecuencias de este sobrepeso están más que demostradas:

 

-Mayor riesgo de padecer una diabetes tipo 2

-Mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular

-Mayor riesgo de sufrir una enfermedad crónica

-Mayor riesgo de padecer diversos tipos de cáncer en la edad adulta

La prevención, la mejor forma de luchar contra el sobrepeso y la obesidad

 

Reforzar las estrategias preventivas, abrazar la dieta mediterránea e incorporar la actividad física a nuestro día a día son las claves para combatir este mal endémico de nuestro país.

Nuestros hijos y, también nosotros, consumimos cada vez menos cantidad de verdura, fruta, legumbres. Nos hemos abandonado a los procesados, dulces, carnes, bollería... por no decir que el dominio de lo digital en nuestras vidas nos ha apoltronado en la silla o el sofá,

Al final, son hábitos que vamos cronificando y que se perpetuarán en la edad adulta.

Si queremos evitarlo aún estamos a tiempo de reconducir la situación.

Estos son los pasos a seguir:

  1.  Ningún alimento es malo si se toma la cantidad recomendada para cubrir las necesidades nutricionales diarias.
  2.  Desayunar para controlar el apetito y no llegar a la comida excesivamente hambriento.
    Además, evitarás que picotee otros alimentos con alto contenido en grasas y calorías que favorecen el aumento de peso. Deberá llevar siempre fruta al colegio.
  3. Evita las comidas precocinadas o comidas rápidas (fastfood).
  4. Aumenta el consumo de frutas y verduras: 5 raciones de fruta y verdura al día.
  5. Realiza cinco comidas al día para evitar pasar muchas horas sin comer y caer en el picoteo.
  6. Evita premiar o castigar a tu hijo con la comida. Si lo hacemos, ciertos alimentos serán considerados como elementos de premio -fastfood, repostería o procesados- y otros alimentos se considerarán un castigo .verduras, fruta, legumbres, pescado-.
  7. Incorpora el deporte y el ejercicio a su día a día: practicar fútbol, baloncesto, montar em bici, correr… cualquier excusa es buena para levantarse del sillón y mover el cuerpo

MÁS SOBRE: