Lo primero a tener en cuenta es que no debes tenderla demasiado mojada, para evitar deformaciones. Si la has lavado a mano, quita el exceso de humedad con una toalla y déjala un rato que se escurra. Evita además dejar la ropa recién lavada dentro de la lavadora durante horas, pues cogerá olor a humedad.
Además si no quieres que se llene de arrugas, sacúdela bien antes de tenderla, en algunos casos este gesto puede incluso ahorrarte la plancha. Ten cuidado de tenderla bien estirada, sacar los puños de jerseis y camisas y comprobar que los calcetines no se han quedado cómo una pelota.
En cuanto a la forma de colocar las pinzas, recuerda que debes colocarlas siempre en las costuras y por el revés de la ropa. Además de poner una sóla pinza por cada prenda, si aprovechas la misma para dos prendas, no se secarán bien. Ten en cuenta que las pinzas de plástico dejan menos marcas que las de madera.
Siempre es mejor tender fuera que dentro, en el caso de la ropa blanca procurando que le de el sol directamente y si es de color de manera indirecta. Y recuerda no quitarla antes de que esté seca, ya que lo único que conseguirás es que coja olor a humedad. De la misma manera, dejarla demasiado tiempo al sol hará que quede acartonada.
Y si no tienes más remedio que tender dentro de casa procura ventilar bien, utiliza humidificadores que regulen la temperatura de tu casa, conseguirás que la ropa se seque mejor y antes, coloca la ropa lejos de los radiadores, demasiado calor directo puede encogerla y dejarla acartonada.
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