Con 16 años, ha tenido la madurez necesaria para rechazar ir a todas las fiestas ilegales que organizan sus amigos: «Su decisión ha provocado que la den de lado, echándola incluso del grupo de WhatsApp«, expresa Elia, preocupada porque el abandono hace que su pequeña «se sienta fatal».
Lo primero con lo que se queda nuestro compañero es con la fortaleza que demuestra tener la adolescente, asegurando que saldrá «reforzada» de esta situación problemática. Anteponer sus principios y valores frente a la voluntad del grupo tiene mucho valor y debe trabajar para que siga siendo así.
MÁS SOBRE: