Se acabaron los días de diversión y la flexibilidad a la hora de ir a dormir.Las primeras semanas siguientes después de las vacaciones pueden ser algo complicadas con lo que respecta al sueño de los más peques, algo esencial para su desarrollo.
Dormir mal puede provocar en los más pequeños somnolencia, mal humor, desánimo y falta de concentración.
La vuelta a clases exige que los niños logren dormir más y mejor aunque a veces a los padres les cueste un poco. Es algo que debe hacerse de forma gradual y con algunas pautas.
Según Carla Estivill, doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Barcelona y posgrado en Fitoterapia Clínica, el sueño es un hábito que se repite cada 24 horas, y que fisiológicamente es debido a unos ritmos biológicos o ritmos circadianos que están regidos por toda la fisiología de nuestro cuerpo. Unos ritmos que son endógenos y genéticos, no los podemos cambiar.
Hay pequeñas cosas que podemos hacer para volver a la rutina con los horarios de sueño adecuados para asegurar que nuestros niños duermen lo suficiente y que el sueño sea lo más reparador posible.
Al cabo de unos días todo habrá vuelto a la normalidad.
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