Merche fue la primera en confesarnos las horquillas y calcetines que quedaron en el vacío por siempre; no sucede lo mismo con el coche de Macu, quien lo acaba encontrando después de diez minutos de búsqueda alrededor de su casa.
El dinero también suele perderse, tal y como cuentan Mercedes y Patricia. Mientras la segunda ha tomado nota y ya solo paga con tarjeta, la primera aún tiene en la cabeza el terrible desliz con el recibo, guardándoselo en la cartera y tirando el dinero a la papelera.
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