Y es que tal y como asegura Mikel López Iturriaga, la superioridad del microondas para «cocer patatas, brócoli y mazorcas, o su practicidad a la hora de acelerar sofritos, freír cebolla, aligerar berenjenas o tostar piñones» nos hará contemplarlo de una forma diferente, además de convertirse en nuestro mejor pinche de cocina.
¿No se te ocurre nada más, verdad?
Pues te vamos a descubrir otras grandes utilidades de un electrodoméstico que se ha vuelto imprescindible en nuestra vida, pero al que no le sacamos el cien por cien del rendimiento
Y recuerda que antes de poner estos consejos en práctica ¡no se deben meter objetos metálicos en el microondas!
1. Despegar sellos
Antes de meter la carta en el microondas, debes de humedecer el sello con un poco de agua. Después, introduce la carta en el microondas y caliéntala durante 20 segundos. ¡Y voilá! El sello se despegará solo
2. No más lágrimas al cortar cebolla
Todo tiene su explicación. Dentro de las células de la cebolla existen algunos compuestos que contienen azufre. Al cortarla con un cuchillo las células se rompen y estos compuestos sufren una reacción química que los transforma en moléculas sulfuradas más volátiles. Éstas, a su vez, reaccionan con la humedad de los ojos generando ácido sulfúrico y producen una sensación de quemazón.
Y ante esto, las terminaciones nerviosas detectan la irritación y el cerebro reacciona diciéndole a los conductos lacrimales de tus ojos que produzcan más agua, es decir lágrimas, para diluir el ácido y proteger así los ojos.
Antes de introducir las cebollas en el microondas debes cortarles los extremos. Después introduce la hortaliza en el microondas durante 30 segundos a potencia máxima
3.¡Adiós a la lejía! Desinfectar trapos y estropajos
¡Que no sean metálicos, claro está!
Puedes eliminar las bacterias del estropajo o el trapo de cocina sin necesidad de usar desengrasantes, lavavajillas, ni ningún otro producto químico.
Sólo debes introducir los trapos en cuestión en el microondas durante varios minutos a máxima potencia. Las bacterias morirán por las altas temperaturas. Este truco sirve también para desinfectar esponjas de baño.
4. Un gran esterilizador
Puedes preparar tus frascos para las conservas de una forma muy rápida. Antes de introducirlos en el horno hay que quitar las tapas a los frascos y llenarlos de dos dedos de agua. Dos minutos son suficientes.
5. ¡Toallas calmantes!
Se acabó andar por casa con la botella de agua caliente o pegado a la almohadilla eléctrica
Basta con humedecer una toalla con agua y meterla un minuto ¡solo un minuto en el microondas!
6. Volver a hidratar la máscara de pestañas
La máscara volverá a estar tan fluida como el primer día si la metes en el micro junto a un vaso de agua y la calientas de 30 a 40 segundos ¡No más!
7. La tabla de cortar ¡sin bacterias!
Tres sencillos pasos: lavarla, restregarla con un limón e introducirla en el micro tan solo un minuto.
8. Aprovechar al máximo el limón y la naranja
Para sacarles todo su jugo hay un truco infalible. Introdúcelos durante 10-20 segundos con el microondas a su máxima potencia.
Esto ayudará a que se desprenda más fácilmente de la piel. Así, al exprimirlo obtendrás más jugo.
Y, por último, si quieres tener tu microondas como «el jaspe» la solución es muy fácil
Introduce en él servilletas de papel de cocina. Humedécelas y pégalas en el interior del microondas, dejando la salida del aire libre.
A los 5 minutos los papeles estarán secos, habrán absorbido toda la suciedad y el microondas estará impecable.
Si el aparato está muuuy sucio: coloca en su interior un bol lleno de agua y rocía con vinagre el interior del horno.
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