La esperanza de vida media de un perroronda los 11-12 años de vida, siendo los más grandes los primeros en partir y los más pequeños los que más duran. En cualquier caso, su paso por el mundo siempre nos sabe a poco y más de una vez hemos deseado que viviesen tanto como nosotros.
La esperanza de vida de los perros, según redcanina.es, depende de muchos factores, entre ellos, el peso, la raza, el tamaño, su alimentación, su estilo de vida y los cuidados que le proporcionemos.
Pero no solo eso. Su edad biológica depende de su herencia genética, nutrición y estado de salud, así como del estrés que acumula en su día a día ¡cuánto se parecen a nosotros!
Sabemos de sobra que eso no es posible y nos duele aceptarlo llegada la hora. No obstante, existen formas de conseguir que nuestro compi perruno viva más tiempo de forma natural, con 5 reglas básicas que le ayudarán a tener una salud de hierro.
Hoy en Fauna Dial te las contamos y explicamos. ¡Guau!
El manual sagrado para que tu perro sea eterno
1. La primera revisión
Tanto si viene de criadero como si es adoptado, la primera revisión de nuestro perro en el veterinario es determinante a la hora de prevenir cualquier problema de salud.
Enfermedades congénitas, pulgas, lesiones… Normalmente al adquirir el perro recibes un historial médico que te informa de sus padres, nacimiento, etc. Con todo y con eso, realiza un primer chequeo completo.
2. Cuida la alimentación de tu perro
Selecciona una dieta adecuada tanto para la raza como para la actividad de tu can. Ni más ni menos. Una alimentación equilibrada ayudará a tu mascota a vivir más tiempo y a no desarrollar enfermedades.
3. Mantenle limpio y aseado
La mayoría de enfermedades e infecciones vienen de la suciedad, de la falta de higiene en orejas, boca y ojos. No descuides este apartado y tendrás mucho ganado.
Tampoco te olvides de mantener correctamente la limpieza doméstica. Los espacios de la casa repercuten de forma directa en la salud de nuestro perro.
4. Veterinario cada cambio de estación
Lo mínimo recomendado es ir una vez al año al veterinario. No obstante, se recomienda ir dos e incluso tres veces al año, sobre todo antes del calor y antes del frío.
