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El incidente con el vestido que dejó a Patricia Montero ‘con el culo al aire’, ¡literal!

Noelia Bertol
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Patricia Montero
La peor pesadilla de cualquier invitada a una boda se le hizo realidad a Patricia Montero, aunque afortunadamente esta se lo tomó de la mejor manera. La actriz sufrió un percance con el vestido minutos antes de que se iniciara la ceremonia, cuando ya no había posibilidad de cambiarse o buscar otra opción.

La cremallera del vestido se rompió, lo que obligó a Patricia Montero y a su entorno a buscar una solución rápida. Su chico se puso a coser en plena calle mientras esta se remangaba el vestido y se quedaba en ropa interior de cintura para abajo.

«Y ahí está, mi futuro marido dándole sentido a la frase ‘vale igual para un roto que para un descosido’. Álex Adróver con aguja en mano solucionó lo que parecía imposible en tiempo récord, minutos antes de que empezará la misa de una boda muy especial…«, compartía esta en Instagram junto a una serie de imágenes en las que se podía ver el momento ‘cose que te cose’.

Su naturalidad y la forma en la que se tomó el incidente ha conquistado a las redes. Entre los comentarios están muchos compañeros y amigos que reían junto a ella por su ocurrencia. «Chiquilla cómo te has apañado«, aplaudía la artista India Martínez.

Pero las imágenes de Patricia Montero ‘con el culo al aire’ han dado mucho que hablar, y es que si bien su naturalidad ha conquistado a sus seguidores y amigos, la parte más amarga de las redes no dudó en criticarla.

Su chico, al rescate por segunda vez

 

En ese punto Álex Adróver compartió la foto de su chica en bragas junto a un manifiesto dirigido a todos aquellos que centraron su atención y sus ataques en la prenda de ropa interior.

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«Aquí vengo a hablar de las bragas de mi mujer que parece que han causado sensación en las redes, con algún que otro comentario desagradable y otros salidos de tono. Y si todo el mundo opina pues yo también: puedo decir que son unas bragas suaves y muy agradables al tacto, delicadas y cómodas, alguna vez he sentido la tentación de robárselas. Resistentes, ya que siempre que las meto en la lavadora salen como nuevas. Qué más puedo decir, que me las quitan de las manos, buenas bonitas y baratas»

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