Sigue siendo complicado asimilar el vacío que ha dejado Àlex Casademunt desde que este falleciera el pasado martes a los 39 años de edad en un accidente de tráfico en Mataró, Barcelona. Pese a la situación de pandemia, muchos de sus compañeros de Operación Triunfo estuvieron allí, demostrando ser una piña hasta en los momentos más difíciles.
Entre ellos Chenoa, Manu Tenorio, David Bustamante, Nuria Fergó, Rosa López o David Bisbal. La pérdida de un ser querido siempre deja un gran vacío en su entorno al mismo tiempo que sirve de golpe de realidad para reconciliarles con la vida. A David Bisbal le ha quedado una gran lección de este terrible suceso, y es que la vida es un regalo y hay que aprovechar cada minuto del tiempo que pasamos en el mundo.
El artista almeriense aprovechaba para dar las gracias a toda la gente que les había llenado de ánimos y condolencias tras conocerse la noticia de Àlex. Además, lanzaba un mensaje con tintes de enseñanza. «Vivamos la vida con amor y disfrutando de cada cosa que nos hace felices. Si hay algo que no nos haga sonreír, aprovechemos y aprendamos de ello para crecer y hacernos más fuertes«, compartía este a través de su cuenta de Twitter.
El gran vacío que deja Àlex
La noticia de la muerte de Àlex cayó como un jarro de agua fría para todos. David Bisbal se enteró de madrugada cuando se levantó como de costumbre a la pequeña Bianca, su hija pequeña. «He leído una noticia que me ha helado el corazón. Alex es un tío espectacular, de los que jamás pierden el humor, no se puede ir tan pronto. No puede ser«, compartía el artista entonces.
Por la mañana, cuando la noticia estaba completamente confirmada, David Bisbal se unió al adiós de sus compañeros con un post en sus redes en el que se centraba en la pequeña Bruna, la hija de 3 años que dejó Àlex Casademunt. «He abrazado a mis tres hijos y he pensado en ella, en Bruna. Se que te has convertido en la estrella que más brilla en el cielo«, expresaba a través de Instagram.
Como era de esperar, Bisbal viajó hacia Barcelona para acudir al funeral y mostrar su apoyo a la familia, una cita de la que pudimos ser testigos gracias a las cámaras de Sálvame allí presentes y que nos entregaron las desoladoras imágenes de una familia rota y un David Bustamante con un llanto desconsolado.
El vacío de Àlex sigue siendo enorme, pero su música siempre servirá para ir llenándolo poco a poco.