Doña Letizia es una mujer muy práctica a la que además le gusta participar en la creatividad de las piezas que viste. De ella misma fue la idea de reconvertir el mantón de Manila original que recibió como regalo por su boda con el que en su momento era el Príncipe Felipe en una falda verde agua que destaca por sus bordados.
Este gesto sin mala intención ocasionó las lágrimas de Ángeles Espinar, quien en su momento trabajó en el bordado de una pieza única para la entonces Princesa Letizia. Al ver que esta había decidido convertir la prenda en una falda, no pudo evitar romper a llorar.
Así lo manifestaron en Socialité, programa de Telecinco: «Rompió a llorar al ver que la Reina había destrozado su regalo«. Al parecer la bordadora coincidió en una ocasión con Su Majestad y tuvo la oportunidad de preguntarle si había llegado a utilizar el mantón, obteniendo una respuesta negativa de la Reina, pues al parecer no había encontrado el momento.
Al ver el desconsuelo de su madre, María José Sánchez, hija de Ángeles Espinar, decidió enviar una carta al Palacio de La Zarzuela manifestando el descontento por lo acontecido. La respuesta llegó a través de unas disculpas en nombre de la propia Reina por desconocer «que se tratara de tal joya y que estuviera realizado y bordado a mano«, razón por la que «se optó por reoptimizarlo«.
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