Quizá la opción más clásica es un buen vino, ten en cuenta por supuesto si tu anfitrión bebe o/y le gusta el vino, si no no será lo mejor. Y aunque estés seguro que le gusta el vino, es algo arriesgado si no conoces bien sus gustos en este terreno. Una buena opción en este caso es llevar un vino dulce para acompañar el postre o un cava para brindar.
Una idea fantástica con la que seguro vas a quedar bien es una selección de productos gourmet, un surtido de quesos internacionales, una selección de sales o de panes de distintos cereales o incluso una cesta de frutas, te harán quedar muy bien.
Si lo tuyo es lo dulce, puedes llevar unas buenas trufas o bombones que además podréis degustar en la comida cómo complemento al postre que hayan preparado los anfitriones.
Si te gusta cocinar puedes incluso hacer tú misma un dulce, un bizcocho, tarta o sorbete, con lo cual demostrarás tu implicación en el evento.
Si no quieres llevar bebida o comida puedes escoger un enfriador de botellas, una tabla para quesos o unas vinagreras bonitas….Decántate por algún utensilio práctico pero a la vez decorativo.
Un libro bonito y decorativo en el que predominen las imágenes y cuyo tema sea el cine, la fotografía, el arte o la gastronomía, te hará quedar de lujo…eso si, cuida que sea una edición cuidada y original.
Algo menos común es regalar una planta, elige una que no ocupe mucho, busca un macetero bonito e incluye una nota personalizada, triunfarás.
En la misma linea de regalos originales o al menos poco vistos están los jabones artesanales, con ingredientes como glicerina natural, aloe vera o aceite de oliva. Preséntalos en una cesta de mimbre y el éxito será real.
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