La influencer Marina Yers ha ido un paso más allá y ha compartido en su perfil de Instagram un vídeo en el que asegura que existe un riesgo real de radiación al dormir cerca de un celular.
«¿Eres una de esas personas que se acuesta con el teléfono al lado de la cara o incluso debajo de la almohada? […] Por la noche debes tener el teléfono lo más alejado posible de ti porque su radiación hace daño a tu cuerpo internamente”, asegura Marina Yers en el vídeo y añade: “hace que los tejidos del organismo se calienten, provocando estrés, ansiedad y, en consecuencia, impidiendo el descanso”.
Todo ello acarrea, según ella, consecuencias de gran calibre en nuestra salud: desde migrañas o tumores en los lugares de mayor presencia de ‘energía’.
Una vez más, nuestros compañeros de Maldita Ciencia han salido al paso para desmentir este tipo de afirmaciones que no cuentan con evidencia científica alguna.
Para ello han contrastado la delirante teoría de Yers con Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), que asegura que «Si dormir con el móvil cerca supusiera un peligro, estaríamos experimentando una auténtica pandemia a nivel mundial…» Está comprobado que la radiación que el celular emite cuando no se usa es extremadamente baja. «De hecho, también lo es cuando se usa y se encuentra muy por debajo de los límites de seguridad», concluye.
Según los expertos, el problema radica en la pantalla. Su luminiscencia reduce la melatonina, es decir, la hormona reguladora del sueño. Con lo cual, soñar con que se te caen los dientes, con que caminas desnudo por la calle o con que te persiguen, se retrasará hasta bien entrada la madrugada. Al reducir esas horas profundas de sueño (lo que conocemos como fase REM), tu estado de alerta aumenta.
El principal enemigo de la melatonina
¡Contar ovejitas se te va a hacer más interminable que esperar tu turno en la carnicería!
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