Una buena opción para deshincharte y bajar un poco de peso son los caldos depurativos .
No se trata de basar tu dieta sólo en tomar caldos, sino de incorporarlos a tu dieta para ayudar al organismo a eliminar toxinas y algún que otro kilo.
Lo mejor es combinarlos con una dieta depurativa pero en ningún caso dejar de comer.
Los caldos depurativos son un gran aliado en las dietas por varias razones, al hacerlos tú misma carecen de conservantes y azúcares añadidos, sacian por lo que harán que comas menos, ayudan a eliminar líquidos, regulan el tránsito intestinal, depuran el cuerpo ayudando a eliminar toxinas y además nos mantiene hidratados y nos ayuda a beber el líquido que necesitamos.
Lo aconsejable es tomar una taza antes de la comida y la cena durante quince días. Tómalo calentito y a sorbos pequeños, así tu sensación de hambre disminuirá.
Reserva la verdura para otra comida o añade un poco de pasta y ya tendrás un primer plato.
Cambia de sabores, no tomes siempre el mismo caldo, si no corres el riesgo de aburrirte y dejar el plan.
A la hora de prepararlo ten en cuenta que para que el caldo conserve todas sus propiedades el agua debe estar bien fría, después añadir la verdura y ponerla al fuego. Cuanto más cueza más sabor tendrá el caldo y además se absorberán más nutrientes.
Para un caldo básico necesitas media calabaza, una cebolla, tres puerros y dos ramas de apio.
Parte la cebolla en taquitos y sofríela con un chorro de aceite de oliva, trocea el resto de verduras y échalas en una olla a la que añadirás el sofrito y déjala cocer durante veinte minutos. Puedes tomarlo como caldo si lo cuelas o machacar las verduras y comerlas también.
Procura echar muy poca sal para que sea lo más depurativo posible , puedes añadir especias o hierbas aromáticas (laurel, perejil, tomillo, albahaca, orégano, laurel, romero, cilantro, pimienta…)
Si te gusta el sabor dulce este caldo te encantará. Puedes tomarla fría o caliente y necesitas el zumo de dos naranjas, un diente de ajo, media cucharada de jengibre en polvo, un litro de agua y sal.
Pon una olla con agua y un chorrito de aceite de oliva, corta las zanahorias en rodajas, pela y parte el ajo por la mitad y añádelo a la olla con el jengibre. Incorpora el agua y el zumo de naranja colado y déjalo hervir a fuego medio una media hora.
Retira la olla del fuego y cuela el caldo y si prefieres una sopa pasa todo por la batidora.
Esto son solo un par de ejemplos pero hay multitud de recetas de caldos que te permitirán variar tu dieta.
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