Este elemento se ha convertido en imprescindible en la vida de cualquier hogar español, pues nos ayudan a dormir mejor gracias a la ausencia de luz. Además, te protegen del sol y de las altas temperaturas del verano.
En invierno también cumplen su función: proteger del frío y mantener la casa aisladas de las gélidas temperaturas.
Parece que son todo ventajas cuando hay persianas, pero, ¿por qué solo existen en España y no en el resto del mundo?
Se observa que al viajar a otro país, las persianas no son un elemento común en los componentes de una casa. Además, tampoco existen cortinas en las ventanas, por lo que quedan al descubierto desde fuera, viéndose todo lo que ocurre en el interior del hogar.
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Una de las razones de la explicación de que existan en España es que este es uno de los países que más horas de luz tiene al día. Si bien esto es cierto, pero el motivo por el que los hogares españoles las tienen viene de nuestras raíces árabes.
Hace más de 800 años, cuando gran parte de la Península Ibérica estaba bajo dominio árabe, las casas estaban construidas ‘hacia dentro’, es decir, había un patio central y la vida discurría dentro, ocultándose gracias al uso de las persianas. Esto se ha mantenido por la misma intención.