A pesar de ello, son unos animales de compañía que muestran afecto hacia su dueño, y aunque puedan no responder cuando les llamamos por su nombre, es posible comunicarnos con ellos.
La clave son los sonidos. Los gatos tienen el sentido del oído especialmente sensible y pueden reaccionar a ciertas llamadas de atención y mostrar sus sentimientos a través de ruidos.
Sonidos como un silbido para llamarle puede ser una buena técnica para llamar su atención. Además, puedes chasquear la lengua varias veces seguidas, pues produce un sonido muy llamativo para muchos animales.
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Nuestro gato podría intentar comunicarse con nosotros mediante maullidos y ronroneos. Es importante identificar su tono para saber lo que están pidiendo y poder contribuir en su felicidad.
Por ejemplo, si el felino da un maullido corto puede significar que esté saludando. Sin embargo, si este es fuerte y grave puede ser que esté pidiendo ayuda porque se sienta atacado, o para pedir comida.
El sonido del ronroneo indica alegría, pero también puede ser frustración. Lo utilizan en momentos de contacto cercano y suelen asociarse al bienestar o a la alegría. Cuando son múltiples, denota entusiasmo porque llegue un humano a casa.
El siseo es una señal que producen en señal de defensa propia. Lo usan cuando se suelten amenazados.