La sandía es una de las frutas del verano por excelencia, que suele encantar tanto a mayores como a los niños. Nos encanta porque es refrescante, dulce y muy versátil, ya que, la puedes comer tanto en su forma natural, como en granizados caseros en recetas más innovadoras como gazpachos, lo único que tendrás que hacer es aprender bien cómo seleccionar la sandía adecuada. Sin embargo, hay otras muchas razones por las que incluir la sandía en tu dieta del verano de forma regular es una buenísima idea: los increíbles efectos positivos que esta fruta tiene sobre nuestro organismo.
Tal y como asegura la Fundación Española de la Nutrición (FEN) la sandía es la fruta que más agua contiene, nada más y nada menos que, casi un 95 % de su peso total es líquido. Esto la convierte en una fruta altamente hidratante (además de muy apetecible) y diurética, combatiendo la retención de líquidos. Por esta razón también se convierte en una de las frutas idóneas si tu objetivo es luchar contra la celulitis.
Precisamente su alto contenido en agua convierte a la sandía en una de las frutas perfectas para perder peso y el snack sano ideal para comer entre horas o, por ejemplo, como merienda. Por cada 100 gramos de sandía hay tan sólo 30 gramos de calorías.
Su consumo estimula la creación de citrulina, que se transforma en arginina, en nuestro cuerpo. Se trata de un tipo de aminoácidos muy beneficiosos para las arterias y la circulación, ya que, favorecen el flujo sanguíneo y con ello, nuestra salud cardiovascular.
Gracias a sus altos contenidos en vitamina B6 y magnesio.
Como todas las frutas y verduras ricas en vitamina C, la sandía es perfecta para el cuidado de nuestro sistema inmunitario
La sandía es un gran fuente de beta-caroteno que se convierte en vitamina A cuando pasa a nuestro organismo. Es por esta razón que consumir esta fruta ayuda a mantener nuestra salud ocular y a prevenir el envejecimiento de ciertas partes de nuestros ojos, como las retinas, combatiendo la degeneración relacionada con la edad.
Es probable que hayas escuchado que es muy recomendable comer Sandía después de hacer ejercicio físico y es que, la L-citrulina proveniente de la sandía, tiene un efecto antiinflamatorio sobre nuestro cuerpo y beneficia a los músculos tras el deporte. Además, la sandía es rica también en compuestos fenólicos como los flavonoides, carotenoides y triterpenoides, de ahí sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
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