Se conoce como «efecto elefante» y quiere decir que, en caso de accidente o frenazo fuerte, todo lo que esté depositado en los asientos de atrás se propulsará hacia los de delante como si de un elefante se tratara. Lo mismo ocurre, no solo con objetos, sino con personas que no llevan puesto el cinturón de seguridad o con niños que no vayan bien en una sillita reglamentaria.
Tal es la importancia, que la DGT ha hecho una comparación de objetos comunes con animales, para que los conductores se hagan una idea de cuál sería el impacto que recibirían en función del objeto. Pues bien, según este estudio de la Dirección General de Tráfico, el golpe de un bolso lleno a 90 km/h equivale al peso de un toro de lidia. Otro ejemplo: un niño de 3 años al salir despedido desde una sillita sin abrochar, puede llegar a alcanzar 2.550 kilos, el equivalente al peso de un elefante africano joven, de ahí el nombre con el que se ha bautizado a este fenómeno. ¡Casi nada!
Por la inercia y el «efecto elefante» la fuerza con la que un objeto suelto dentro del #vehículo golpearía a cualquier ocupante se multiplicaría hasta por 40 veces su peso a 50 km/h.
Imagina si fuese un niño mal anclado o sin sujeción.
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— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) October 11, 2021
1. Ordenador portátil (2,2 kg)
2. Bolso de señora lleno (4 kg)
3. Consola infantil (218 gr)
4. Teléfono móvil (110 gr)
5. Biberón lleno (405 gr)
6. Tablet (560 gr)
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