La decoración emocional hace referencia a todos esos trucos y técnicas decorativas que tienen que ver con las emociones. Su objetivo es conseguir que cada habitación de tu casa te inspire paz, armonía y tranquilidad, contribuyendo a reducir los niveles de estrés y haciéndote sentir bien en casa.
Si aplicas algunos sencillos trucos de decoración, mejorará tu estado de ánimo, dormirás mejor e incluso serás más productiva.
Lo primero es mantener tu casa ordenada, limpia y ventilada. Esto hará que te sientas más relajada y receptiva e incluso teletrabajar será más fácil.
Una vez conseguido esto puedes pasar a los siguientes pasos.
Piensa qué usas realmente y qué muebles y objetos de decoración no te sirven nada más que para estorbar. Cuándo hayas decidido con qué te quedas ya puedes organizar cada habitación.
Piensa en crear pequeños espacios para cada cosa (trabajar, jugar con los niños, hacer deporte). Incluso si tu casa es pequeña hay soluciones.
Las plantas tienen propiedades relajantes, si no se te dan muy bien prueba con algún cactus o sansevieria.
En cuanto a los colores, estos tienen la capacidad de influir en tu estado de ánimo y por eso es importante prestarles atención. Lo más sencillo es decantarte por tonos neutros cómo el crema o blanco y que los combines con algo de azul, verde o rosa (extremadamente relajantes) y amarillos y grises para mantas, ropa de cama y cojines.
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