David Bustamante: albañil, cantante, bailarín… ¡y ahora cocinero!

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David Bustamante es actualmente uno de los concursantes de MasterChef Celebrity. En el concurso de TVE el artista está demostrando una nueva faceta, la de la cocina, ¡y no se le da nada mal!

La vida del cantante ha estado marcada por el esfuerzo. Él mismo ha confesado en diversas ocasiones que siempre se ha tenido que esforzar más para llegar al mismo lugar que otros. Eso le ha convertido en una persona luchadora que pelea por lo que quiere y trata de ser el mejor en cada terreno.

Bustamante, el artista de las mil facetas

Porque no, la música no ha sido el único ámbito en el que David Bustamante ha destacado. Bien conocida es la historia que él mismo recordaba hace unos días en el programa de cocina. Antes de probar suerte en la música este trabajó en la construcción junto a su padre. De ahí adquirió la paciencia y el esfuerzo para ver cumplidos sus sueños.

Su momento llegó en 2001 con la primera edición de Operación Triunfo. Fue su inmersión en la música, en la que lleva 20 años desarrollando su talento y compartiéndolo con todos, pero también en la televisión, a la que regresaría varias veces en el futuro.

Por ejemplo, para desarrollar su faceta de bailarín en Mira quién baila o, uno más reciente, Bailando con las estrellas. El artista regresó de nuevo a un concurso de TVE, pero esta vez sobre danza. Y no solo demostró ser un hacha en el baile ganando la edición, sino que además encontró el amor en su compañera de baile, la bailarina profesional Yana Olina.

Directo a los fogones de MasterChef

Allí donde hay una nueva oportunidad para aprender y crecer en nuevos terrenos está David Bustamante. Por eso no nos ha sorprendido tanto su participación en MasterChef Celebrity ni que esté siendo uno de los alumnos aventajados de la edición.

David Bustamante se está formando con profesionales de la cocina para hacer un concurso brillante, y es que es eso lo que le ha enseñado la vida: esforzarse para ser el mejor, destacar y poder llegar muy alto. ¡Es de admirar!