Tras varios meses de tratamiento el madrileño ha querido compartir los avances de la enfermedad y cómo ha conseguido reducir estas manifestaciones en forma de sarpullidos. «La rosácea tiene tratamiento, solo hay que estar encima y tratarla cuanto antes, no somos raros ni nos pasa nada malo, solo tenemos la piel más sensible«, defendía Dani Martín en sus redes sociales.
Junto a sus palabras, varias imagen acompañaban a la publicación con la intención de ilustrar lo leve que se había mostrado esta vez la rosácea en su piel. ¡Le está ganando la batalla!
No ha sido fácil el camino, pues el de Pequeño asegura que lleva su tiempo y hay que estar bastante pendiente, pero a la vista está que el tratamiento ha dado sus frutos. El suyo ha consistido en «más higiene facial, no exponerme al sol sin protección o reducir con tratamiento la glándula sebácea«.
Compartir su vivencia no es solo fue en su día un ejercicio de aceptación, sino que con ello también ha pretendido ayudar a aquellos que sufren esta enfermedad y que se avergüenzan de su rostro cuando esta hace su aparición en él.
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