Seguro que has oído hablar de la cúrcuma, se trata de una especia de color anaranjado muy utilizada en India para condimentar carne, arroz y curry. Para muchos es un superalimento por sus múltiples propiedades pero si se consume en exceso puede acarrear riesgos para la salud.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de que su consumo excesivo puede causar daño hepático.
La OCU resalta que en España se comercializan medicamentos que en su composición incluyen extracto de cúrcuma. Suele utilizarse para tratar problemas de piel e hígado.
La curcumina es las sustancia que tiene todas las famosa propiedades de la cúrcuma, se trata de un polifenol del que se dice que puede actuar cómo antiinflamatorio o que ayuda a combatir la artritis y las patologías biliares.
Pero la OCU resalta que los estudios sobre esos beneficios de la curcumina no son concluyentes, ya que además, la curcumina apenas supone un 5% de la raíz de la cúrcuma.
Ya en 2019 en Italia se paralizó la venta de varios lotes de una marca de suplemento de cúrcuma porque consideraron que podía ser el posible causante de varios casos de hepatitis. Una alarma que también se extendió a Bélgica.
La EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), que es la máxima autoridad de la Unión Europea en la materia, no ha reconocido las propiedades que se le atribuyen a la cúrcuma. Lo que sí ha hecho es revisar el uso de la curcumina como aditivo y propone un máximo de 210 mg/día para un adulto con un peso corporal de 70 kg, para no correr riesgos.
Además el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha evaluado el riesgo del consumo de complementos alimenticios que contienen curcumina y tal cómo recoge la OCU:
«La curcumina impide la correcta absorción del hierro. No hay evidencia de que su consumo esté libre de efectos adversos en menores de 18 años.»
«Esta sustancia y y sus metabolitos se transfieren a los bebés a través de la leche materna. No se ha podido identificar cómo afectarían los complementos que contienen curcumina durante el embarazo y la lactancia.»
«La ingesta diaria admisible (IDA) establecida para la curcumina cuando se usa como aditivo también es aplicable a cuando se usa como ingrediente en complementos alimenticios. Pero en los complementos puede haber, aparte de la curcumina, otros curcuminoides. Por tanto, no sirve esa IDA para la suma de todos ellos.»
Por estos motivos la AESAN recomienda a los menores de 18 años, mujeres embarazadas y lactantes: evitar el consumo de complementos que contengan curcumina y a los fabricantes de complementos alimenticios que indiquen la cantidad de curcumina en la etiqueta del producto.
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