Lo usamos para cualquier molestia cómo si fuera inocuo y no tuviera efectos secundarios, aunque en realidad esto no es así, el Ibuprofeno es eficaz para procesos inflamatorios leves y su uso elevado puede ocasionarnos desde problemas gastrointestinales a problemas renales.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios establece cómo dosis máxima de Ibuprofeno, unos 2400 miligramos al día, esto es cuatro comprimidos de 600 mg. Si superamos esta dosis estaremos aumentando el riesgo de sufrir, coágulos que pueden producirnos trombosis, además de poder provocarnos hemorragias de estómago y úlceras.
Tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como la Agencia Española de Medicamentos y productos sanitarios( AEMPS) afirman que en dosis de 1200 miligramos al día o menos en pacientes normales (dos comprimidos de 600) no hay riesgo. Pero sin embargo alertan de que su ingesta diaria, aunque sea en dosis bajas puede ser un riesgo sobre todo para el sistema gástrico.
El ibuprofeno se comercializa en dos formatos, en cajas de 400 y en cajas de 600 miligramos.
Los farmacéuticos recomiendan para molestias leves tomar el de 400 mientras que debemos dejar los de 600 para dolores musculares, artritis e incluso dolores menstruales fuertes.
El ibuprofeno es un antiinflamatorio y actúa cómo tal, desinflamando zonas, con ello reduce la compresión sobre los nervios y permite la circulación sanguínea.
Por tanto no es adecuado para dolores de cabeza o dolores de muelas, no es un analgésico y por tanto no actúa desactivando a los nervios que conducen esa sensación al cerebro.
Tampoco debe usarse contra la gripe ya que destruye las plaquetas del plasma por lo que ayuda al virus en vez de combatirlo.
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