Si te aburre tremendamente limpiar los cristales y además nunca te quedan bien del todo, te contamos un truco con el que sin apenas esfuerzo puedes acabar con toda la suciedad de los cristales de tu casa o incluso de tu coche y, lo mejor todo, con productos que seguro tienes en casa o puedes encontrar fácilmente: agua, alcohol (de limpieza) y vinagre blanco.
Para que tus cristales queden limpios y sin reflejos ni manchas, debes seguir unos pasos sencillos. Los resultados serán excelentes. Lo primero, si la suciedad está muy pegada al cristal es muy importante frotarlo antes con un paño seco para que no se forme barrillo al limpiarlos.
Pasa después una bayeta húmeda y de nuevo un paño seco, tu cristal ya estará preparado para un eficaz limpieza. Este sencillo gesto te facilitará mucho el trabajo.
Después elabora tu limpiacristales con esta mezcla para la que necesitarás lo siguiente:
Para repartir bien el producto por todo el cristal hazte con un pulverizador vacío que tengas a mano, puede servirte una botella vacía de otro producto de limpieza que se te haya terminado, no te olvides de limpiarla bien para evitar mezclar producto.
A continuación, extiende la mezcla con una bayeta de microfibra y frota toda la superficie, así no se pegará la pelusa a los cristales que quedarán muy limpios sin tener que repasarlos. Si usas papel de periódico te asegurarás del todo que no queden pelusas.
¡A disfrutar de las vistas!
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