Y es que actualmente la mayoría de productos vienen envueltos o fabricados en plásticos (que tardan entre uno y cuatro siglos en degradarse) y otras sustancias contaminantes.
Y es que no se trata sólo de reciclar el brick de la leche, los yogures o el plástico en el que has pesado verduras y frutas en el supermercado, que también está muy bien. También podemos reciclar los botes de detergente o la botella y el tapón del friegasuelos. Es decir no reciclar sólo los recipientes que tienen que ver con la comida.
Y es que en el terreno de la higiene personal podemos hacer mucho en este sentido ya que la gran mayoría de los productos que usamos a diario en nuestra higiene suelen venir envasados generalmente en plásticos no reciclables (discos desmaquillantes, compresas, botes…).
Es algo sencillo de hacer aunque, eso si, requiere de un cambio de mentalidad y además muchas firmas de higiene y cosmética ya se han puesto en marcha en ese sentido. Por ejemplo marcas cómo P&G -Pantene, h&s, Herbal Essences y Aussie ya han lanzado una botella reutilizable de aluminio 100% que se puede rellenar de champú hasta 20 veces.
La marca francesa Lamazuna llevan años ofertando productos cómo toallitas desmaquillantes reutilizables, los bastoncillos, los desodorantes y la copa menstrual.
Y en España por ejemplo la marca Bambu, nació en 2019 ante la preocupación por el uso generalizado e indiscriminado de productos químicos tóxicos y buscan alternativas naturales, ecológicas y sostenibles con líneas de afeitado, cabello, rostro, cuerpo, y dental.
Otros productos que pueden ayudarte a unirte a esta filosofía Zero Waste son los desmaquillantes de algodón lavables, cepillos de dientes o para el pelo fabricados en bambú, maquinillas de afeitar de acero inoxidable o cosméticos sólidos. Se trata simplemente de fijarnos más en qué compramos y tratar de que se pueda reutilizar eso si ofreciendo más rendimiento.
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