Cuando comienza un año nos llenamos la cabeza de buenos propósitos pero que casi siempre tienen que ver con retos personales cómo adelgazar, ponerte en forma o aprender un idioma pero, ¿qué pasa con nuestra casa,?, nunca nos proponemos desprendernos de aquellas cosas que sólo ocupan espacio y no nos sirven para nada.
Lo primero que debes reflexionar a la hora de ponerte a tirar cosas, es preguntarte realmente cuál es para ti su valor.
¿El dinero que vale?¿la estética? ¿lo que emocionalmente te une a ese objeto? ¿su utilidad?
Sin preguntarnos este tipo de cosas, no se te ocurra desprenderte de nada de forma espontánea. Te puedes arrepentir después.
Hoy te contamos cuales son y por qué desprenderte de ellas.
Las vas guardando y jamás las miras ni te sirven de nada, te hablamos de las facturas en papel. Cuándo compras algo es normal guardar la factura pero una vez que la garantía ha caducado e incluso has reemplazado ya el objeto no te sirve de nada guardarlas…así que a romperlas.
Los auriculares, siempre suelen fallar por uno de los lados pero sin embargo los guardamos en un cajón por si acaso los necesitamos alguna vez. Sólo conseguirás tener un montón de cables enredados en un cajón que nunca usarás. Deshazte de ellos.
Seguro que guardas los botones que vienen de repuesto en la ropa nueva y al final nunca los usas. Si, esos que vienen dentro de un cartoncito con la marca de la prenda y que jamás utilizas, un buen momento para no acumularlos.
Son otras dos cosas que tendemos a acumular.
Al final tienes seis u ocho platos si, pero todos tienen algún desconchón o grieta y te da vergüenza ponerlos si viene alguien a comer, además de que puedes cortarte al fregarlos ¿de qué te sirven entonces?.
Aprovecha las rebajas y hazte con una vajilla sencilla, de batalla, para todos los días y deshazte de los platos viejos.
Aunque ya estamos mucho más concienciados y llevamos bolsa de tela al super, a veces se nos olvidan y terminamos acumulando bolsas y bolsas de papel y plástico. Si las reciclas y utilizas cómo bolsas de basura estupendo, si no…con ellas al contenedor.
Son otro clásico cuándo hablamos de acumular cosas inservibles.
Si las tienes en el cajón después de un año sin usar es por algo, perfumes, cremas, botecitos de gel y maquillajes que nunca usas. Selecciona las que creas que vas a usar de verdad, el resto tíralas.
Lo mismo pasa con las pinzas del pelo, no se sabe por qué la mayoría acaban con los dientes rotos. Deshazte de todas las que tengas rotas y hazte con dos o tres pinzas resistentes, te gastarás un poco más, pero a la larga te va a compensar.
Siempre acabamos con un montón de ellos desparejados y los guardamos en bolsas o cajones a la espera de que aparezca el otro calcetín, que no sabemos por qué, nunca aparece. Es un buen momento para deshacerte de ellos y liberar espacio en tus cajones.
Conforme van creciendo les van dejando de servir y vas acumulándolos en una caja, te hablamos de los juguetes y disfraces.
Aunque te de pena deshacerte de ellos piensa que sólo están ocupando un espacio y que seguramente no los volverás a utilizar.
Seguro que tienes amigas o familia a las que les va a venir de lujo que se los des.
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