Desde la última semana de diciembre hasta ahora se han vacunado en nuestro país aproximadamente a un millón de personas, un 2,55 % de la población, y muchas de ellas han sufrido algunos efectos secundarios de la vacuna contra el Coronavirus.
La AEMPS es la autoridad regulatoria que supervisa la calidad, seguridad y eficacia de las vacunas en nuestro país y vigila para que estos estándares se cumplan durante todo el ciclo de vida del medicamento, asegurando que el balance beneficio-riesgo sea siempre favorable.
Hasta el día 12 de enero de 2021 se vacunaron un total de 494.799 personas, el 70% mujeres. En cuanto a la distribución por grupos de edad, el 62% corresponde a personas de entre 18 y 64 años y el 38% a mayores de 65 años, según el Registro de Vacunación del Ministerio de Sanidad.
Efectos secundarios más habituales
Al margen de dolor en el lugar de inyección y la fiebre tras la administración de la vacuna, hay otras consecuencias que las personas vacunadas han experimentado:
Los más frecuentes, fiebre y malestar general -parecidos a una gripe leve-. Otros son dolores de cabeza, mareos, naúseas, y diarrea.
A estos trastornos del sistema nervioso y gastrointestinal, los más habituales, le siguen molestias musculares o dolor de huesos, erupciones, sarpullidos y trastornos respiratorios que no revisten gravedad.
Por último, hay efectos adversos que conllevan problemas inmunológicos, vasculares, cardíacos, infecciosos, psiquiátricos, oculares y sanguíneos, alérgicos, aunque son poco habituales.
Este es el gráfico elaborado por la AEMPS sobre algunos impactos detectados según la edad de los pacientes:
Reacciones alérgicas: anafilaxia
Una revisión del Center for Disease Control and Prevention de Estados Unidos estima una tasa de anafilaxia de 11.1 casos por millón de dosis administradas. En nuestro país se han identificado, hasta el 12 de enero, 4 casos y de ellos 3 constaban con antecedentes personales de reacción alérgica.
La anafilaxia es una reacción alérgica grave poco habitual que afecta simultáneamente a varios órganos: piel, sistema circulatorio y respiratorio. Provoca urticaria, prurito generalizado con erupción, angioedema, hipotensión, taquicardia, disminución o pérdida de conciencia, inflamación de las vías respiratorias superiores y dificultad respiratoria.
Suele surgir a los 15-30 minutos de ser administrada la vacuna y tiene una progresión rápida. Los síntomas pueden ser graves o amenazar la vida, por lo que es esencial el tratamiento inmediato con adrenalina.
Desde la AEMPS se recomienda no inyectar la segunda dosis a aquellos pacientes que hayan presentado una reacción alérgica clínicamente relevante.
