Ducharnos y la limpieza en general es el primer gesto de belleza, pero sabes cómo sacarle el mayor partido a este momento del día para que sea todo un placer.
Te contamos cuanto debe durar, qué temperatura debe tener el agua y otros detalles que harán que tu momento ducha sea el mejor del día.
La ducha puede afectar al estado de ánimo y a los sentidos. Si prefieres ducharte por la mañana te ayudará a despertarte (los geles con notas cítricas son energizantes) y sin embargo por la noche te ayudará a relajarte y desconectar y más si añades alguna fragancia calmante entre los productos que uses.
Respecto a los jabones o geles que utilices, lo ideal es que sean nutritivos, suaves para la piel e hidratantes.
Debes buscar aquellos que respeten la barrera natural de la piel, estos son los que contengan tensioactivos suaves, que limpien, generen espuma y arrastren la suciedad.
Elena Espada, responsable científica de Dove en España, en declaraciones a Vanitatis afirma que hay que hacer caso a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afirma que lo mejor es limitar su duración a 5 minutos por razones de sostenibilidad.
Cómo mucho diez minutos, algo que te agradecerán el medioambiente y tu piel que si no se volverá seca y con más propensión a irritarse.
En cuanto a la temperatura del agua, aunque en invierno nos apetezca mucho subirla para entrar en calor, Elena Espada afirma que esto puede secar la piel y hacer que se vuelva más sensible porque reducimos sus aceites humectantes naturales y alteramos su PH.
El agua fría activa la circulación periférica y los músculos. Lo más aconsejable es terminar la ducha con el agua tan fría cómo puedas soportar, desde los pies hacia arriba. Una manera natural de revitalizarte.
Las esponjas acumulan bacterias y exigen que utilices más cantidad de producto, no obstante usar o no esponja es una decisión muy personal, si eres de las que la usan, escógela lo más natural posible sobre todo si tienes la piel sensible, de doble cara si tu dermis es normal o, si es grasa, utiliza un guante de crin.
Ten en cuenta que usar a diario esponjas vegetales puede dañar la piel, debido al arrastre que ofrecen.
Desde Lactovit recomiendan utilizar unas dos cucharadas de gel cada vez que te duchas. Emulsiona y ve lavando por orden partes íntimas, axilas, cuello, pies y resto del cuerpo. Bastará una sóla jabonada una vez al día, nunca más de dos.
Y no olvides aplicarte una buena hidratante que restaure el equilibrio de tu piel.
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