Seguro que has sufrido alguna vez o las sufres ha menudo, te hablamos de las contracturas. El tipo de vida que llevamos, el estrés y las malas posturas hacen que se formen nudos que en ocasiones nos crean fuertes dolores.
En declaraciones a la Revista Hola, el fisioterapeuta Jose Javier López explica por qué se producen y cómo aliviarlas.
Podemos definir las contracturas cómo contracciones mantenidas en el tiempo de las fibras musculares. Hay contracturas que son el origen del dolor y otras son la consecuencia.
Se suelen producir tal y cómo explica el fisioterapeuta por, “Posiciones mantenidas, malos gestos en el puesto de trabajo o en una actividad deportiva, un mal cuidado en la recuperación muscular tras el ejercicio. calzado inadecuado o incluso nuevo usado sin progresión que modifica la pisada y por tanto la posición del resto del cuerpo que se organiza en base al apoyo, por no hablar de otro tipo de lesiones estructurales como hernias o protrusiones donde una inestabilidad de la columna puede llevar a un aumento de tensión incontrolado para fijar de forma involuntaria el cuerpo esa zona corporal y evitar la aparición de dolor.”
Se suelen producir más la zona de trapecio (cuello), en la zona comprendida entre las dos escápulas por el uso del ratón y el teclado y en la zona lumbar y glútea por permanecer mucho tiempo sentados.
El uso del frío está más indicado para lesiones articulares que para lesión musculares. El calor es analgésico y ayuda a relajar la musculatura, la aplicación en una contractura está indicada pero no durante periodos largos de tiempo, más de 15-20 minutos puede hacer que cada vez el efecto conseguido sea menor y deje de ser efectivo.
Nunca hay que automedicarse si no es por prescripción de un facultativo médico. Si acostumbramos al cuerpo a un medicamento llegará un momento en el que no sea receptivo a la dosis habitual y tendremos que tomar mucho más medicamento, convirtiendo la automedicación en una patología en si misma.
Es una técnica que puede ser útil. El realizar automasaje puede ayudar, pero siempre combinados con estiramientos que son muy importantes para la salud del músculo.
Debemos hacerlo de manera suave, sin dolor, ya que un músculo ante un estímulo doloroso tiende a aumentar su tensión como un mecanismo de defensa y eso iría en contra de la recuperación.
En un automasaje domiciliario hay que evitar que duela porque puede ser más contraproducente que beneficioso.
La mejor forma de prevenir las contracturas y aliviar el dolor si se producen, es mantenernos siempre en movimiento, hacer ejercicio y evitar el sedentarismo. Además de adquirir buenos hábitos posturales.
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