La recuperación de un parto siempre es un proceso con ciertos pasos a tener en cuenta pero debes tener claro que, en caso de que tu bebé haya llegado a través de una cesárea, el camino suele ser algo más lento y un poco más tedioso que si das a luz mediante parto vaginal. ¿A qué se debe esto? Ni más ni menos que al hecho de que una cesárea no deja de ser una intervención quirúrgica.
De entrada, las mujeres que dan a luz a sus bebés por cesárea pasan más tiempo en el hospital que las que lo hacen por parto vaginal, aunque en ambos casos todo haya salido bien por la razón de que la mamá necesita ciertos cuidados especiales, así como una vigilancia específica para alguien que acaba de ser sometida a una operación en la zona abdominal.
Durante los primeros días debes prestar atención a tu cuerpo y al hecho de que recuperarte es una prioridad, así que, aunque el bebé requiera de tu atención y cuidados, no olvides que tú también tienes que dejarte cuidar, así que permite que los demás te ayuden: no hagas esfuerzos, ni quieras ocuparte de todo, sobre todo, porque probablemente, al menos al principio, no podrás.
Una vez se te haya pasado el efecto de la anestesia, sentirás dolores que mezclados con el vaivén hormonal que se sufre te hagan pasar más de un mal rato. No te preocupes, todo es normal.
Pese a todo, incluso al dolor, debes intentar levantarte tan pronto como el personal sanitario te indique y dar pequeños paseos todos los días. Nunca sola y junto a alguien que te pueda sostener en caso de que sufras algún tipo de dolor.
Como cualquier herida, debes cuidarla para que no se te abra. Además, la zona abdominal es una parte del cuerpo que utilizamos en muchos movimientos sin apenas darnos cuenta como, por ejemplo, al levantarnos. No hagas esfuerzos y cuanto más te cuides la herida, por mucho que te parezca un incordio, antes sanará y podrás olvidarte de ella.
Si una vez curada la herida quieres reforzar la zona del suelo pélvico, la opción más recomendada sería hacer abdominales de tipo hipopresivos.
No solo debes cuidar que no se reabra ni se hernie por dentro, sino también debes protegerla por fuera frente a posibles infecciones. Lávala a diario y desinféctala. No debes olvidarte de secarla bien, así como utilizar material adecuado y que no deje restos como gasas. Cuando te diga el médico podrás dejarla al aire para que cicatrice más rápido.
Es muy importante que comas alimentos que no te provoquen estreñimiento, ya que, de no ir bien al baño deberás hacer un esfuerzo abdominal nada recomendable después de haber pasado por una cesárea. Las frutas y las verduras serán tus mejores aliadas.
No uses nada que se te pueda clavar en la cicatriz, apretar la tripa o rozar sobre tu herida. Lo más recomendado son prendas holgadas y de tejidos naturales como el algodón.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.