¿Llevas tiempo intentando ahorrar y ves que no lo consigues?
Ahorrar es gastar menos de lo que ganas, y hacerlo de forma constante en el tiempo. De nada sirve ahorrar un par de meses y el tercero tirarlo todo por la borda. Es crear un hábito, mentalizarte en que hay gastos superfluos de los que puedes prescindir y NUNCA, nunca vivir por encima de tus posibilidades.
Por eso, la solución para ahorrar dinero no llega de la nada, requiere esfuerzo, a veces tan concienzudo que pocos se atreven a dar el primer paso.
Hoy te damos algunas pautas para que ahorres cada mes un poco sin casi darte cuenta, tan sólo realizando algunos pequeños cambios.
Elabora un presupuesto mensual realista que te permita saber en qué gastas el dinero.
Lo primero es tener claras tus cuentas, saber qué gastos son imprescindibles (alquiler, hipoteca, facturas…) y cuáles no.
Una vez tengas claros tus gastos, destina un dinero mensual al ahorro, es más fácil si te abres otra cuenta y ordenas una transferencia mensual con el dinero que hayas decidido ahorrar, a esa cuenta.
La regla del 50/30/20 puede ayudarte a planificarte, se trata de una técnica para controlar tus ingresos mensuales.
El 50% de lo que ganes tiene que ir destinado a los gastos básicos, el 30% puedes dedicarlo a aquellos caprichos que deseas y el 20% de tus ingresos debes dedicarlo a ahorrar para el futuro.
Intenta saldar tus cuentas para empezar desde cero, si te resulta imposible hacerlo habla con tu banco para conseguir mejores condiciones o incluso reunificar tus deudas.
Aprovecha las entradas extras de dinero para ahorrar (extras, devoluciones de hacienda…).
Intenta evitar el uso de tarjeta, aunque te resulte más cómoda a la hora de pagar, ofrece una visión menos realista del dinero que tenemos.
Controla el gasto energético encendiendo la luz sólo cuándo sea estrictamente necesario , mientras haya luz aprovecha al máximo la luz natural descorriendo cortinas.
Utiliza bombillas de bajo consumo, las bombillas LED consumen entre un setenta y un ochenta por ciento menos.
Elegir una tarifa de la luz con discriminación horaria (las que cambian el precio de la energía según la hora) también puede ayudarte a ahorrar. La mayoría de estas tarifas incluyen horario valle (el precio es menor) y horario punta (dónde la electricidad es más cara.)
Si efectúas un 30 por ciento de consumo eléctrico en horario valle ahorrarás entre un 30 y un 40 por ciento.
No pongas demasiado alta la calefacción, en invierno con mantenerla a veinte grados es suficiente y cada grado es importante.
Bajar un grado supone un ahorro de entre un siete y un once por ciento de energía. Bajar la calefacción a 16 grados por la noche supone ahorrar un 13 por ciento, según un estudio de la Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza.
Ten en cuenta también que poner el termostato muy alto no garantiza que la casa se caldee antes. No es así y lo único que conseguirás en aumentar tu factura.
Planificar tu compra y tus menús, aprovechar las sobras para ensaladas, croquetas y rellenos y tener clara la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente.
La primera indica que si consumimos ese alimento más tarde puede acarrearnos algún daño y el consumo preferente indica que podemos comerlo durante varios días más sin que afecte a nuestra salud, el producto sólo cambiará su textura, color u aroma, esto te ayudará también a ahorrar más de un veinte por ciento en alimentación.
Piensa qué necesitas comprar, ve al súper con lista, evitará que hagas gastos superfluos y con el estómago lleno, esto evitará que te apetezca comprar todo y termines gastando más de lo necesario.
No te dejes impactar por grandes ofertas de cosas que no necesitas, a veces no es un ahorro sino un gasto superfluo, puesto que no te hacen falta.
Haz un presupuesto semanal y llévalo en tu monedero en diferentes billetes, si no sabes cuánto dinero llevas te será más difícil controlar el gasto.
Compra productos de temporada, suelen ser más baratos y ten en cuenta las marcas blancas, ofrecen un mejor precio y no por ello una peor calidad.
A la hora de cocinar también puedes ahorrar, aprovechando el calor residual de la cocina, apagando unos minutos antes, usando olla a presión( ahorra hasta un ochenta por ciento de energía), el microondas supone un ahorro de un 70 por ciento y si usas el horno convencional intenta no abrirlo constantemente.
Dúchate mejor que bañarte, si te duchas utilizarás unos sesenta litros de agua, mientras que para bañarte necesitas entre 150 y 200 litros.
Carga al máximo lavadora y lavavajillas, usar este último supone ahorrar unos treinta litros de agua, unos 35 euros de ahorro frente a fregar a mano.
Evita dejar el grifo abierto mientras te enjabonas las manos o te lavas los dientes.
En general intenta evitar las compras compulsivas, antes de comprarte algo párate un momento y piensa si lo necesitas de verdad, si puedes permitírtelo y si puedes esperar para comprarlo más adelante.
Y, de vez en cuando, date un capricho con lo que ahorres.
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