Los estándares de belleza nos presionan día a día en muchos aspectos: desde la ropa que compramos hasta la actitud que mantenemos durante el sexo. Siempre hay alguna parte de nuestro cuerpo que nos avergüenza: los pechos, el pene, la barriga, los muslos… Nada nos parecerá suficiente si nos comparamos con actores, actrices o modelos con cuerpos canónicos. La desnudez nos hace vulnerables, ya que nos obliga a mostrar aquello que preferimos esconder.
Muchas personas sufren por sus complejos sexuales en vez de centrarse en el placer. La excitación no se produce en los genitales, sino en el cerebro, por lo que una preocupación excesiva nos impedirá disfrutar del sexo al 100%.
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.