Lo más importante es trabajar en ello para ser conscientes de que nadie es perfecto y que los cánones de belleza están impuestos a una sociedad que, en su mayoría, no los cumplen. Esto hace que muchas personas afronten el verano como un castigo y una época para la que se presionan durante todo el resto del año.
La llamada operación bikini es uno de los peores castigos, ya que te implica un esfuerzo que acaba siendo obsesivo para tener un buen cuerpo, o lo que la sociedad ha impuesto como “buen cuerpo”.
Sin embargo, una dieta extrema no es sano, ni si quiera es la solución para enfrentarse a los complejos.
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Lo más importante es no compararse con el resto de las personas de nuestro alrededor. Es algo difícil, y las redes sociales no contribuyen a este proceso, pero cuánto más te alejes de fotografías o publicidad que presume de cuerpos ‘idealizados’, mejor estará tu salud mental. Es imprescindible que uses ropa, complementos, o bañadores que te hagan sentir cómoda contigo misma. Cómoda y guapa.