Si tus niños ya tienen una edad cómo para colaborar en las tareas del hogar, es buen momento para que se inicien en el mundo de la jardinería y las plantas, que tantos beneficios tiene para grandes y pequeños, eso si debes elegir especies resistentes, fáciles de cultivar y que crezcan rápido, eso les motivará.
La jardinería es muy beneficiosa para los niños ya que fomenta los hábitos saludables, la curiosidad, el aprendizaje y el ejercicio físico. Tomarán contacto con la naturaleza y sentirán la satisfacción cuando la planta crezca de haber conseguido un éxito.
Además los pequeños irán adquiriendo pequeñas responsabilidades y siendo consciente del esfuerzo que implica. Aunque siempre debemos plantearlo de una forma divertida.
Pero es muy importante para que n o se cansen elegir bien las plantas. Deben ser plantas que crezcan rápido, ya que si no se aburrirán y lo dejarán y de reproducción sencilla para que puedan participar al plantarla.
Te contamos las mejores opciones de plantas para niños.
Una buena opción que seguro has probado en el cole cuando eras niño, son los clásicos yogures en los que metías un garbanzo, lenteja o alubia con un algodón y a los pocos días brotaba una plantita.
El truco está en no aplastar la semilla en el algodón, si en lugar de utilizar un yogur usáis un tarro de cristal, veréis cómo crece día a día con toda clase de detalles.
Una idea divertida para los más pequeños es coger unas cáscaras de huevo, poner un poco de tierra con mucho cuidado de no romperla, meter unas semillas de césped y añadir algo más de sustrato. Con un rotulador pintad una carita en el huevo, les encantará ver cómo crece el césped que hará las veces de pelo.
La sansevieria necesita muy pocos cuidados y es muy resistente, por eso es ideal para aquellos que empiezan en la jardinería y para los niños. Necesitan poco riego y poca luz y crecen muy rápido.
La cinta crece muy rápido también, una forma divertida para tus niños es coger unos hijitos de tu cinta y plantarlos en una maceta, en quince días empezarán a crecer. De las cintas nacen unos tallos largos con unas florecitas pequeñas que luego se convierten en plantas.
Los bulbos son ideales porque además de ser fáciles de cultivar, ofrecen un espectáculo maravilloso de cómo crece una flor desde cero con todo detalle. Es una buena opción para enseñarles a los pequeños las partes de una flor.
El kalanchoe es otra buena opción y fácil de cuidar, necesita poco riego y mucho sol. Elije uno con flor, las hay rosas, amarillas, rojas y anaranjadas.
Las flores de los geranios los hacen muy atractivos para los niños, necesitan mucha luz sobre todo por la mañana y riego moderado y no debes pulverizar sus hojas porque podrían pudrirse.
Y si te animas con un huerto urbano, las fresas y los tomatitos Cherry pueden ser una buena opción para los pequeños.
Lo más delicado de la fresa es el riego. La tierra debe mantenerse siempre húmeda y no secarse, para ello lo mejor es el riego por goteo.
Los tomatitos Cherry crecen muy rápidamente y huelen genial. Déjales que tea ayuden a plantarlos, regarlos y a ponerles guías cuando vayan creciendo. Estarán felices!
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