Es difícil enfrentarse a la pérdida de un ser querido, y los animales se hacen querer desde el primer minuto que entran por la puerta. Cuando llega el momento de enfrentarse a la muerte de tu perro es importante conocer todo el procedimiento que hay que seguir.
A pesar de todo el vacío y duelo hay que seguir varios pasos legales. En teoría, los perros están registrados por lo que tras su muerte hay que comunicarlo ante el registro de identificación. En cada una de las comunidades autónomas se establecen unas leyes determinadas por lo que hay que informarse según donde esté registrado el animal.
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Muchas personas quieren enterrar el cuerpo en un lugar especial para ellos, pero hay que tener cuidado ya que esto puede ser ilegal. En principio, no debes ser tu mismo el que entierre al animal. El cadáver del canino debe ser recogido por los servicios municipales o por una funeraria de animales.