Las patatas fritas son uno de los aperitivos por excelencia y uno de los más adictivos. ¿Sabías que los expertos aseguran que es extremadamente difícil que una persona coma una sola patata frita de un recipiente o bolsa? Y es que la combinación de azúcar, sal y grasa las convierte en muy atractivas para nuestro cerebro, ya que, libera dopamina al probarlas. El problema, como de costumbre, es que las patatas fritas de bolsa no son precisamente muy sanas.
Sin embargo, si eres un amante de estos snacks, ¡tenemos buenas noticias para ti! Y es que fabricar tus propias “patatas fritas de bolsa” es mucho más sencillo de lo que crees. O, al menos, una versión bastante parecida a ellas y sin duda mucho más saludables. Esto se debe a que tan solo necesitarás una cucharada de aceite, por no hablar de que le pondrás únicamente la sal que a ti te parezca adecuada. En su lugar, puedes optar por darles sabor con especias. Por si esto fuera poco, son súper fáciles de preparar, las tendrás listas en apenas diez minutos y mancharás muy poquito, ya que, solo necesitas un recipiente y un microondas. ¿te atreves?
Ingredientes para preparar patatas fritas caseras
2 patatas
Aceite de oliva
Sal
Especias al gusto
Hacer patatas fritas como las de bolsa en casa: paso a paso
Lava y pela las patatas.
Corta las patatas en rodajas muy finas, te puedes ayudar de algún instrumento con el que te resulte más fácil que un cuchillo, como un pelador o una mandolina.
Engrasa un recipiente apto para el microondas con una cucharadita de aceite.
Pon las rodajas de patatas distribuidas alrededor de todo el plato sin que se superpongan entre ellas (esto es muy importante) y añade sal al gusto.
Pon el plato en el microondas a máxima potencia durante 4 minutos y no lo tapes.
Saca el plano del microondas, dales la vuelta a todas las patatas e introdúcelas durante tres minutos más.
Si crees que aún no están listas (dependerá de la potencia de tu microondas) puedes meterlas algo más de tiempo.
Pasado ese tiempo las patatas ya estarán doradas, crujientes y listas. Tan solo tendrás que añadir (si quieres) especias o corregir el punto de sal. Entre las especias más utilizadas y por si te sirve de inspiración, puedes utilizar clásicos como pimienta o pimentón, así como innovar y probar otros sabores más exóticos, por ejemplo, con un punto de curry.
Repite el proceso tantas veces como quieras hasta conseguir la cantidad de patatas fritas que necesites.
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Además, ¡las puedes comer calentitas o esperar a que se enfríen!