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Cómo hacer membrillo casero: la receta paso a paso

Solo necesitarás tres ingredientes

El dulce de membrillo es para muchos todo un manjar. Una receta tradicional que otoño tras otoño se da cita en infinidad de hogares españoles y que, a otras tantas personas, les transporta directamente a su infancia gracias a su sabor. Si eres de esas personas a las que les encanta el sabor de este dulce ya sea solo, acompañado por su tradicional trocito de queso o untado como si de mermelada se tratase, ¡presta atención! Te explicamos paso a paso cómo hacer membrillo casero.

¿Qué es el membrillo?

El membrillo es una fruta carnosa de color amarillo dorado en su exterior que se obtiene del membrillero y se consume tras haberla cocido o haber hecho con ella su receta más aplaudida: el dulce de membrillo. Su pulpa es muy aromática y su sabor (por irónico que pueda parecer) bastante ácido.

Receta para preparar dulce de membrillo casero

Ingredientes para hacer dulce de membrillo casero

• 1 kg de membrillos
• 1kg de azúcar
• Agua

Cómo hacer membrillo paso a paso

1. Pela los membrillos, quítales el tronco central y trocea los membrillos
2. Prepara una olla con agua y espera a que hierva
3. Cuece los trozos de membrillo a fuego medio durante 45 minutos
4. Después, pasa los trozos ya cocidos por la batidora
5. Cuando hayas conseguido crear una especie de pasta, ponla de nuevo en una cazuela y añade el mismo peso de la pasta en azúcar
6. Hierve la mezcla a fuego medio durante 45 minutos más
7. Remueve con frecuencia para evitar que se pegue
8. Poco a poco comprobarás que la mezcla va adquiriendo la textura típica del membrillo, más dura y menos líquida. Cuando observes que la cuchara se puede quedar de pie en el centro sujeta por el membrillo es el momento de quitarlo del fuego
9. Pon la mezcla (el dulce de membrillo) en un molde y déjalo enfriar. Consumir después de estar, como mínimo, 24 horas en el frigorífico

Curiosidad sobre el dulce de membrillo

La carne de membrillo una vez elaborada, se puede consumir a lo largo de un año, porque el azúcar actúa de conservante. Eso sí, es importante que lo conserves bien cerrado.