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Cómo calmar a tu perro del ruido de los petardos en Navidad

Claves para evitar un ataque de pánico y que se sientan seguros

Cuando llega la Navidad, es probable que tu perro o tu gato sufran por los ruidos de los petardos. Si se encuentran en casa, lo primero que hacen es esconderse hasta que se pasen. Se pondrán a temblar y otros muchos síntomas que evidencian que no está pasando un buen rato.

Si se encuentra en la calle, el peligro será mayor porque el animal asustado por los ruidos puede escaparse, poniendo en riesgo su vida. Si le pillan desprevenidos, las consecuencias pueden ser todavía mayores.

Para evitar disgustar y que no lo pase mal, hay que saber como tratarle en estos casos.

Trata bien a tu perro en esta situación

 

Al escuchar los ruidos de los petardos, algunos perros puede que te observen para ver como reacciones y solo permanecer alerta, pero, otros no reaccionarán de la misma manera.

«Entre las señales que suelen mostrar los animales ante un artefacto de este tipo, destaca el aumento de la frecuencia cardíaca y de la respiratoria, aullidos, ladridos continuos, inquietud, ansiedad, aumento de la generación de saliva, vómitos, micción o defecación involuntaria, temblores, pérdida del apetito, irritabilidad e, incluso, abortos espontáneos por el estrés», señala Lidia Moreno, veterinaria de AniCura Estoril Hospital Veterinario.

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«La pirotecnia causa fuertes ruidos que comprometen el aparato auditivo de los animales, causándoles cambios en sus comportamientos, miedos y hasta fobias, suponiendo un serio problema para el bienestar del animal», explica la veterinaria.

Lo mejor que se puede hacer para protegerles es intentar insonorizar el hogar cerrando ventanas, puertas y persianas. Además, tendrás que establecerle en un sitio de la casa en el que se encuentre seguro y con todos los recursos necesarios para que se sienta cómodo: comedero, bebedero, cama, juguetes….

Otra de las cosas que puedes hacer es poner música suave de fondo para que se relaje y antes de que se produzcan los petardos, dar un largo paseo para que llegue cansado a casa y descanse plácidamente.