Si tienes perro en casa debes estar preparado para enfrentarte a todo tipo de situaciones. Son como hijos pequeños, hay que cuidarlos, darlos de comer, de beber, y estar pendientes de ellos. Por eso, hay que saber cómo actuar en situaciones de peligro.
Los caninos se mueven mucho, y cuando les paseamos por la calle están sometidos a muchos aspectos que pueden afectar a su salud. Por ejemplo, en un parque o un paseo por el campo, el animal puede clavarse una espiga. Hay que saber qué puedes hacer y cómo debes actuar si algo así sucede.
José Ignacio Basllester, veterinario de AniCura, contó a la revista ¡HOLA!en qué lugar del cuerpo de tu perro puede quedarse alojada una espiga. “Las orejas, la zona interdigital de las extremidades, almohadillas y la nariz. Con menor frecuencia, se pueden clavar en otras zonas formando abscesos, quistes o incluso haber migrado a otras ubicaciones como pulmones, vejiga o cavidad abdominal”.
Normalmente, es raro que alguien no se de cuenta que su perro tiene clavada una espiga. El canino mostrará una gran molestia en la zona, facilitándonos el trabajo y haciéndonos ver que hay algo que no va bien en la zona que nos intenta mostrar.
Por eso siempre hay que fijarse en los movimientos de nuestra mascota ya que al fijarnos cabe la posibilidad de que actuemos a tiempo, antes de que el problema sea mayor. El daño que la espiga le cause a tu perro depende de muchos factores como la zona, el tiempo que la tenga clavada…
El veterinario ha insistido en que los síntomas dependen de estos tipos de factores. Sin embargo, ha especificado algunos síntomas como fiebre, inflamación o pus en la zona afectada.
Respecto a cómo quitársela, es importante cerciorarse de la zona donde se encuentra. Si es una zona muy complicada lo mejor es acudir de forma inmediata a un veterinario. En el caso de que esté visible en una zona fácil, hay que extraerla con cuidado y después limpiar y desinfectar la zona. Pero solo debemos tocar y extraerla si está visible y es fácil ubicarla.
