Lo normal es que, aunque podemos encontrar gran variedad de sartenes en el mercado, siempre solemos usar las antiadherentes, sobre todo porque pesan menos y tienen mejor precio además de que sus fabricantes prometen que no se te pegará la comida. Evita que se te pegue la comida en la sartén.
Sin embargo muchas veces pueden terminar resultando más caras si no sabemos cuidarlas bien. La buena noticia es que si intentas evitar algunos errores tendrás sartén para rato.
Lo primero que debes intentar es no utilizar espátulas, sólo conseguirás rayar la capa antiadherente y estropearla. Una buena opción son las espátulas y cucharas de silicona. Algo que debes evitar también es lavar la sartén en caliente, debes esperar a que se enfríe antes de hacerlo, si no el choque térmico acabará con la capa antiadherente.
Además si tienes placa de inducción, utilízala bien ya que el hecho de que caliente con mucha rapidez puede ser un arma de doble filo. El calor excesivo puede deformar tus sartenes, según los expertos lo ideal es ponerla en la posición ocho y mucho mejor en la siete y en la seis.
Baja progresivamente la potencia del fuego mientras cocina, así evitarás que se queme y se pegue a la sartén y si la receta que haces debe hacerse con fuego fuerte, utiliza utensilios de acero inoxidable o hierro fundido, eso si tienes que tener claro que es lo más caro y pesado del mercado.
El material de la sartén es importante también para evitar salpicaduras de aceite, el mejor es aquel que distribuye el calor de manera uniforme. Las de acero inoxidable de calidad tienen una gruesa capa de metal conductor y distribuyen el calor de manera uniforme. Las paredes de la sartén deben ser altas (tipo wok), con eso se reduce la probabilidad de salpicaduras, ya que el aceite chocará contra las paredes.
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