Comer sano no está en absoluto reñido con comer sabroso. Es más, conseguir salud y saboren el plato a veces depende solo de pequeños gestos. Te contamos algunas cosas sencillas que puedes hacer para que tus platos sean más saludables.
Si puedes, cocina de más. Prepara buenas cantidades y congela, así siempre tendrás a mano comida saludable y no estarás tentada de acudir a precocinados y ultra procesados.
Reduce la sal y utiliza hierbas aromáticas o especias para dar sabor a verduras, carnes y pescados sin añadirles calorías.
Comida sana, ensaladas y verduras una buena opción
Aunque te suenen a dieta esto no es siempre así, las ensaladas aceptan un montón de ingredientes y son perfectas para hacer un plato único muy saludable y fácil.
Intenta no prepararlas siempre igual, ten en cuenta que la parte de vegetales deberá ser la más abundante sin olvidarte de las legumbres en conserva además de las verduras.
Añade una parte de proteína, el huevo cocido es una buena opción sin dejar atrás pescados en conserva, como el atún. Además puedes usar arroz integral, cuscús o quinoa.
Si haces pescado o carne al horno una buena idea para que queden más jugosas es cocinarlas sobre una cama de verduras, su gran cantidad de agua hará que queden jugosísimas.
Además las verduras también te servirán para hacer salsas menos calóricas, puedes usar verdura cocida triturada para espesarlas en lugar de nata. Y para una mayonesa más ligera pon menos aceite e incluye un queso bajo en materia grasa.
Grasas de calidad
Utiliza para cocinar buen aceite de oliva, mejor si es virgen o virgen extra, deshecha margarinas y mantequillas para cocinar. Las grasas que nos aporta el aceite de oliva son saludables, aunque no por ello debemos abusar de él.
Y si te gusta terminar la comida con un postre bien dulce, una buena opción es una macedonia de frutas, dulce y muy saludable.
Otros trucos para hacer tus comidas más saludables
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Haz las patatas mejor cocidas o asadas al horno que fritas.
La canela es una buena aliada a la hora de endulzar sin aportar calorías, puedes usarla por ejemplo para endulzar unas manzanas asadas, un yogur natural, un vaso de leche, etc.
El arroz integral también puede funcionar bien como guarnición.
Los fritos sólo en ocasiones especiales y, siempre que los hagas, recuerda colocarlos sobre papel absorbente una vez cocinados para eliminar el exceso de grasa.
Puedes hacer tus propias bebidas caseras, mucho más sanas que los refrescos industriales que llevan gran cantidad de azúcar. El agua con limón o el té helado son dos buenas opciones además de los zumos naturales.