Según afirma un estudio, el 94% de los más pequeños se sienten mucho mejor consigo mismo cuando tienen un animal cerca. Es por ello que la mayoría están dispuestos a dedicar gran parte de su tiempo a cuidar a su perro.
Es tanto el vínculo que se genera entre un animal y un niño que los que han disfrutado de la compañía animal en el primer año de vida sufren un 44% menos de infecciones de oído y solo necesitarían antibiótico en un 29% de los casos. Estas cifras sustentan la fortaleza que les aporta contar con un perro.
Pero, esta convivencia no siempre resulta fácil, La llegada de un nuevo miembro al hogar puede ser difícil de asimilar, sobre todo para los propios animales. Te damos algunos consejos para que sea lo menos impactante posible.
Lo más importante de todo es observar las conductas y el comportamiento del perro antes de que se agrande la familia. Esto supone ver si saluda muy efusivamente, algo que podría dañar al niño. También se ha de observar si le cuesta obedecer. Los nueve meses de embarazo son clave para cambiar los malos hábitos perrunos.
Se ha de procurar que el animal se vaya adaptando a sonidos de manera gradual, como por ejemplo el llanto de un bebé. Esto le hará afrontar la experiencia de la mejor manera posible. Otra clave a seguir es acostumbrar al animal a manipulaciones. Es decir, el niño seguramente tenderá a tocarle las orejas, la cola y el pelo de manera constante. Esto podría tomárselo como una amenaza, por lo que hay que acostumbrar al canino antes de que el bebé esté en casa.
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Una vez que llegué el pequeño al hogar, es importante no descuidar al perro. Esto quiere decir que el animal siga recibiendo muestras de cariño, caricias y su tiempo dedicado a sus necesidades básicas: paseos, comida y atención veterinaria.
Igual que le sucederá al niño, el perro también tendrá necesidades de exploración. Su forma de hacerlo será a través del olfato y la vista. Conocer al nuevo habitante de la casa a través de estos casos tiene que ser permitido. Puedes dejarle una prenda del niño para que se vaya familiarizando.
Además, para que los perros nos hagan caso es importante que se les hable de forma similar que a los bebés, para así reforzar el vínculo entre humanos y mascotas. Un dato muy interesantes para hogares donde hay bebés.