Puede ser considerado un capricho infantil o el deseo sincero de ese niño que quiere tener un perro; sin embargo, y esto ni siquiera los adultos suelen ser conscientes, requiere de numerosos esfuerzos y un añadido de responsabilidades.
Por esa razón, nuestra especialista va a contarnos qué ventajas tiene aceptar las peticiones de tu hijo… Y algún que otro inconveniente que puede frenar la emoción del niño o la aceptación del adulto.
Empezando por lo malo, Rocío destaca que tener una mascota es «económicamente muy caro» y provoca grandes limitaciones en el tiempo de las familias. Cada uno necesita sus cuidados, por lo cada miembro deberá responsabilizarse plenamente y renunciar así a otros planes o a tanto tiempo libre.
«Hazle saber que tendrás menos tiempo para pasarlo con él», se refiere nuestra compañera al mensaje que también deberá transmitir ese padre o esa madre a su hijo.
Pero no todo son inconvenientes. El cariño, el amor y la fidelidad que te transmiten es único e inigualable. Además, conseguirás que el pequeño se vuelva más responsable al hacerse cargo de un ser vivo, así como aumentará su tiempo de ejercicio diario.
Habiendo valorado las ventajas y las desventajas, Rocío Ramos-Paul concluye con un ejercicio muy recomendable antes de aceptar o no la propuesta: Fingir que tienes esa mascota haciendo sus correspondientes tareas.
Respeta la cantidad y tiempos de paseo, yéndote con el niño antes de ir al colegio, después y antes de irse a la cama; compra un bol y pídele que se organice las comidas como si ya conviviera el perro con ellos; poneos alarmas para controlar todo tipo de cuidados y limpiezas que requiere el animal.