Hace unas semanas una imagen sobrecogía a los ciudadanos. En ella, un joven repartidor de Glovo aprovechaba para estudiar bajo la luz de una farola en uno de los ratos libres entre pedido y pedido. La imagen rápidamente se viralizó en redes sociales, donde se comenzó a debatir sobre la precariedad de algunos empleos y la cultura del esfuerzo.
Su protagonista tiene nombre y apellidos y desde que su imagen diera la vuelta al país su historia la conocemos más en profundidad. Se llama Carlos Alegre y vive en Málaga, ciudad donde también estudia en la Escuela Mecánica de Motos Andaluza (EMA) para conseguir su sueño: ser mecánico de carreras de MotoGP.
📌 Hace unas semana se hizo viral una imagen de un repartidor malagueño de Glovo estudiando en la calle, a la luz de una farola, entre pedido y pedido. Hilo (1/13)👇 pic.twitter.com/ngv13Leiiv
— Fran Delgado Morales (@FranjDelMo) March 4, 2021
Gracias a este acontecimiento a Carlos se le presentaron oportunidades que jamás habría soñado cumplir así, y es que el propio Marc Márquez, campeón del mundo de motociclismo, le invitó a uno de los Grandes Premios del mundial de MotoGP. Además, algunas empresas se interesaron en concederle becas para sus estudios.
No obstante, la historia que ha emocionado a los ciudadanos ha sido la del gesto que ha tenido un vecino de Alicante, que ha viajado hasta Málaga para conocer al joven y ofrecerle 3.600 euros para terminar de pagar sus estudios.
«Le dije que no era necesario, pero insistía en se se sentía muy identificado conmigo por el esfuerzo y el sacrificio y quería echarme una mano«, ha contado este en unas declaraciones a Nius. Ambos compartieron un almuerzo en las únicas dos horas que Carlos tenía libre ese día, tal y como este ha contado.
El joven se mostraba entusiasmado con la idea, y es que supone un paso más para cumplir su sueño. Gracias al gesto de este ciudadano, del que no se conoce nombre, Carlos está un paso más cerca de completar sus estudios y dedicarse a lo que más le gusta.
La imagen viral dio para todo tipo de comentarios. Desde los que aplaudían el esfuerzo del joven hasta los que veían dañino aplaudir la cultura del esfuerzo y romantizar estas situaciones precarias que desgraciadamente viven numerosas personas a día de hoy para poder pagarse los estudios.
La situación de Carlos ha mejorado gracias a ser parte de este viral, pero no la de otras muchísimas personas que, como él, combinan estudios con trabajos mal pagados para perseguir la idea de un futuro mejor.
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