Cerámica: 5 razones por las que apuntarte a un taller, entre ellas, cura el estrés

Ana Más

En los últimos tiempos y quizás por la sobrecarga de tecnología que hay en nuestras vidas, se ha puesto de moda la práctica de actividades artesanales y por eso los talleres de cerámica están en auge.

Trabajar con cerámica te permite crecer física y psicológicamente  mientras disfrutas creando algo único.

Hay muchas opciones que van desde el modelado empezando desde cero, hasta el proceso final de pintar y decorar las piezas que hemos creado.

5 razones por las que apuntarte a un taller de cerámica

1º Sus beneficios son tantos que una clase de cerámica puede ser equivalente a una hora de yoga en lo que elevar el estado de ánimo se refiere.

2ºLos efectos terapéuticos de asistir a un taller de cerámica son muchos, al margen del desarrollo de habilidades físicas que favorecen la movilidad, a través del trabajo de manos y brazos que supone el modelado.

Un hombre decorando una taza de cerámica

Reduce los niveles de estrés ya que requiere paciencia y atención, además de aumentar la concentración y además puedes practicarlo sola o en grupo.

4ºLa cerámica está muy relacionada con la, meditación y relajación. Es cómo una meditación activa en la que tienen mucho que ver la creatividad y la concentración. Ayuda a aumentar la autoestima al ver que eres capaz de crear y sentir que lo único que importa eres tú y la pieza que estás creando, conectando así cuerpo y mente.

5ºAdemás el manejo del torno requiere mucha concentración, atención y destreza, además de  perseverancia.

Beneficioso para niños y mayores

Una niña haciendo cerámica

Se trata de una actividad muy beneficiosa para hacer con niños, fomenta su creatividad ya que de la nada pueden crear lo que imaginen al ser un material tan fácilmente modelable.

Desarrolla su motricidad en manos y brazos mejorando así también el equilibrio y la sujeción de objetos y ayuda a coordinar mano y ojo, lo que se conoce cómo motricidad fina lo que hará que usen los cubiertos o las pinturas de manera mucho más fácil para ellos.

En el caso de las personas mayores la práctica de la cerámica también tiene muchos beneficios cómo el simple hecho de favorecer las relaciones sociales,  además de fomentar la memoria y el desarrollo mental al tener que exponerse a nuevos retos y tener que modelar una forma cuya representación tenemos en la mente.

Y por supuesto ayuda a ejercitar las manos, fomentando de nuevo en los más mayores la motricidad fina esto es la realización de movimientos voluntarios con manos y dedos, muy precisos, que implican pequeños grupos de músculos, huesos y nervios lo que requiere una mayor coordinación.

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