Por eso, el equipo del programa ha contactado con una mujer que también estaba paseando por Puerto Banús, en la provincia de Málaga. “Los de seguridad no le llamaron la atención”, ha confirmado. Aunque también ha contado que cuando entró a un establecimiento, sí le pidieron que se cubriese para poder cumplir con las medidas de seguridad.
Los colaboradores en plató no han aplaudido esta situación, sino que se han enfadado bastante ante su comportamiento. Al ver todo el revuelo que se estaba causando, la colaboradora llamó al programa y se defendió vía telefónica.
El programa advirtió que, además de hacerlo mal para el resto de la ciudadanía, también ponía en peligro a su salud. Así lo ponían en el rótulo, “A pesar de estar en edad de riesgo, a sus 72 años, Carmen Lomana se pasa las medidas anticovid y el confinamiento por el arco del triunfo”
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La empresaria entró en la llamada y justificó su comportamiento de inmediato. “No fue por capricho, sino por una entrevista. Me la quité para respirar un rato porque no había nadie en la calle y para estar fresquita. Nadie me exigió que me la pusiera”, ha defendido.
Asimismo, ha añadido que “no es asintomática” y que todavía no le han puesto la vacuna ya que todavía no ha entrado en los grupos de edad que están vacunando.
Lo que más ha sorprendido es que su discurso ha seguido, y en vez de pedir disculpas y afrontar que lo hizo mal, ha opinado sobre las medidas sanitarias que está implantando el Gobierno. Su opinión es que algunas de ellas son “estupideces”. “Que no piense nadie que este verano me voy a bañar con mascarilla”.
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