El locutor ha comenzado el programa agradeciendo todos los mensajes de apoyo y las muestras de cariño que ha recibido por parte de todos. La Covid – 19 le afectó fuerte ya que tuvo que estar hospitalizado durante varios días. Ha confesado que jamás había pensado que realmente los efectos del virus podrían afectarle tanto. “Este puñetero virus no atiende a deporte ni a razones ni a nada”.
📹La verdad es que no sé qué decir. Escuchad a Francino, que hoy ha vuelto y nos ha partido el alma a todos con unas reflexiones que son para tomar nota. Y para llorar, claro que sí, para llorar también. Porque «este puñetero virus» es así.
📻#VuelveFrancino a @la_SER pic.twitter.com/ooO9wlbAIO
— La Ventana (@laventana) May 10, 2021
Carles ha dado su testimonio con la intención de que su experiencia sirva de referente a alguien que todavía piense que el virus no existe. “A los 5 días de dar positivo tuve que ingresar de urgencia con fiebre muy alta y el oxígeno muy bajo. Los indicadores eran bastante malos. Incluido un ictus del que, toco madera, no me ha quedado ninguna secuela”.
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Y es que la sensación de estar hospitalizado ha sido toda una odisea ya que te ves sin fuerzas ni ánimos. “Perdí mucha masa muscular, seis o siete kilos, y además, perdí la voz. Me asusté, pero bueno, yo he salido. El contacto estrecho, que es un familiar muy próximo, murió el 12 de abril. Otra en este caso se recupera lentamente”, ha contado.
Sus palabras derrochaban dolor y tristeza por todo lo que guarda un hospital y las cuatro paredes de cada habitación llenas de sufrimiento y esperanza. El locutor no ha querido olvidarse de la gran labor que están haciendo los sanitarios. “Todos los homenajes se quedan cortos”.
Y es que el fin del toque de queda ha supuesto una revolución ante las aglomeraciones vividas en las principales ciudades del país. El periodista solo desea que ese ruido no se oiga desde las UCIs porque “El coronavirus ha afectado a mucha gente, pero a otra no. Las alusiones a muertos a ese colectivo le molestan”.
Su testimonio sirve de ejemplo de que el virus no entiende ni de edades ni de condiciones físicas. Hay que cuidarse y cuidar a los demás cumpliendo con todas las normas sanitarias, y sobre todo, siendo responsables.
«Si el cariño fuera una hipoteca, yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida» aseguraba Carles Francino que además, recordaba esta anécdota con la que finalizaba su reflexión en voz alta tras su emotivo regreso a la radio:
«Por cierto, esta mañana nos escribía una mujer, una oyente que vino a ver un programa en directo que hicimos allá por el mes de octubre en Valladolid; se llama Isadora, acudió con su marido -nos contaba- y resulta que poco después él murió de covid. Bueno, pues en ese mensaje me deseaba -me deseaba a mí- hoy toda la fuerza del mundo para el retorno.
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