¿Es necesario seguir un tratamiento médico para blanquear la dentadura? ¿Los productos de uso común pueden conseguir el mismo efecto? Por internet circulan todo tipo de remedios caseros para blanquear los dientes, y el del carbón activado es uno de los más novedosos.
¿Sabías que…
El esmalte dental o tejido adamantinado es, en realidad, una envoltura compuesta por hidroxiapatita, el mineral más duro presente en el cuerpo humano y que también se encuentra en los huesos, aunque en menor cantidad.
Tiene gran pureza y reviste la corona de los órganos dentales, influyendo en la función masticatoria.
El carbón activado es un producto de color oscuro y alta porosidad que se utiliza en diversas áreas. De hecho, sirve para potabilizar agua, extraer metales y absorber venenos. Se comercializa en múltiples formatos, pero los más comunes son las pastas, los polvos, las pastillas y las tiras blanqueantes.
De un tiempo a esta parte hemos visto que muchas influencers y medios de comunicación han popularizado el uso de este producto como blanqueante dental. Para conseguir este efecto, se debería aplicar sobre los dientes una pasta de carbón activado como si de un dentífrico se tratase.
Es importante tener en cuenta que el carbón activado no tiene propiedades bactericidas, por lo que no es capaz de eliminar los microorganismos causantes de las caries. De hecho, la OCU niega la efectividad higiénica de los productos bucodentales que contienen esta sustancia.
El carbón activo en los dientes actúa sobre el esmalte eliminando manchas superficiales. Sin embargo, no logra cambiar el color de la dentadura en su conjunto. Además, entraña un peligroso efecto secundario: desgasta el esmalte, dejando la pieza de color oscuro y, más tarde, amarillento.
Diversos organismos (como la OCU y la Asociación Dental Americana) han advertido de que no hay evidencias científicas del supuesto poder blanqueador del carbón activado. De lo que sí hay pruebas es de sus consecuencias nocivas: deterioro dental, hipersensibilidad dentaria, recesión de las encías, deshidratación, etc.
Lo del carbón activado en los dientes se sumaría a otras prácticas igualmente peligrosas para la salud de nuestra boca. Recordemos que ya pasó algo parecido con el agua oxigenada, el bicarbonato o el limón. Las propiedades abrasivas de estas sustancias lo único que hacen es desgastar nuestra dentadura de forma irreversible.
Si quieres presumir de dientes blancos, asegúrate de seguir una buena higiene dental. En el caso de que tu esmalte presente ya un aspecto muy oscuro, lo más seguro es acudir a tu dentista para que te haga un blanqueamiento dental.
Recuerda que, más allá de las cuestiones estéticas, mantener una buena higiene dental es fundamental para la salud, no solo de la boca, sino también de todo el organismo. ¡Incluso sirve para reducir la gravedad del coronavirus!
Además, puedes prevenir la pérdida de blancura evitando bebidas como el café y el té, que tiñen los dientes, y por supuesto, dejando de fumar.
Como ves, el supuesto truco del carbón activado en los dientes presenta bastantes más inconvenientes que beneficios. Lo mejor que puedes hacer para cuidar tanto tu salud como tu estética dental es cuidar tu higiene diariamente y ponerte manos de un buen dentista.
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