Bigote Arrocet entraba en el plató de Secret Story con el aplauso de los presentes y unas gafapastas que parecían emular a sus tiempos en el mítico 1,2,3.
Jordi González le estrechaba la mano: «Qué bien te veo…hacía tiempo que no te veía en tres dimensiones» a lo que el chileno confirmaba con su cabeza. Las cámaras apuntaban a una nerviosa Alejandra Rubio que atestiguaba la entrada de su «ex-abuelo» con una pequeña sonrisa y las manos estrujadas entre sí.
Jordi González, en un intento de hacer la tensa espera más larga, se extendía en la bienvenida del chileno al plató. Entonces, el presentador, muy hábil preguntaba a Bigote: «Y bueno, ¿cómo nos ves a nosotros?».
Fue entonces cuando el cómico, que hasta ahora había dado la espalda a Alejandra, dedicaba un piropo a los invitados: «Aquí se ve todo muy…¡¡Alejandrita!!«. No sabemos si realmente Bigote no había advertido en su «ex-nieta» hasta entonces, pero el chileno sí que quiso demostrar la alegría de verla de nuevo.
La joven muy nerviosa quedó evidenciada al no saber cómo actuar. Sin embargo, Bigote le facilitó la escena. El chileno se acercaba a Alejandra para besar su mano y mejilla. Antes de separarse, Edmundo estrujaba una vez la mano la Alejandra dejando a la joven con el rostro escondido tras su melena.
El plató estallaba en aplausos, vítores…La hija de Terelu no pudo más que sonreír y llevarse las manos a la cara. Jordi González rompía el momento, yendo directo al grano: «¿Qué sientes por ella?», el chileno no podía responder: «Uy, te estás emocionando…y tú también» señalando a la joven del Clan Campos.
Alejandra suplicaba en gestos que no insistieran: las lágrimas estaban cerca. González, en su afán televisivo, afirmaba: «Que nadie se avergüence de emocionarse, por favor. Hay que avergonzarse de otras cosas».
«Pero, ¿te imaginabas que te las ibas a encontrar aquí o no?« Arrocet no podía ni siquiera asentir con la cabeza. Las emociones bloqueaban a un Bigote Arrocet que, acostumbrado a encontrar las palabras con facilidad, no podía emitir ni un pensamiento.
El chileno, finalmente, dedicaba una mirada a su querida Alejandra: «Me gusta verla. Yo la quiero mucho». Jordi González invitaba de la mano a Alejandra a acercarse a su ex-abuelo al centro del plató.
«Mira a este hombre a los ojos que hace mucho tiempo que no lo ves» era entonces cuando los dos protagonistas rompían en un emocionado llanto. «No me hagáis esto, por favor» pedía Alejandra a Jordi.
«¿Qué le quieres decir, Alejandra?» pero era Bigote quien respondía diciendo: «Yo la quiero mucho a ella. Le tengo mucho cariño. Es igual que su abuela…la quiero mucho«.
Alejandra demostraba una cierta inmadurez, siendo incapaz de mantener la mirada a Bigote: «No sé qué decir, porque…a ver, yo con él no tengo ningún problema. Hay cosas que me duelen porque no las entiendo igual, pero…y me alegra verte, de verdad. Yo no tengo ningún problema contigo. Al final han estado muchos años y me duele también que la cosa esté así».
«¿Cómo recuerdas a Bigote?» González aprovechaba el momento de baja guardia de los protagonistas para estirar el chicle. Rubio contestaba sonriendo: «Bien, con sus cosas, pintando camisetas, poniendo flores a los árboles cuando no tenían…».
Jordi González convenía que entonces la vivencia de Alejandra con su ex-abuelo había sido del todo positiva, a lo que la joven asentía para volver a reafirmarse en que: «No he tenido nunca un problema personal con él».
¿Qué habrá sentido la Campos al ver a su nieta así? ¿Bigote Arrocet se ganará finalmente el corazón de Alejandra? ¿Terelu se habrá enfadado con su hija? Solo nos quedará esperar para saberlo….
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